El rayo más largo de Cataluña en la última década cayó el pasado 15 de septiembre en la zona del Delta del Ebro, tras una enorme descarga eléctrica atmosférica de récord con una longitud de 130 kilómetros y una duración de 6,2 segundos.
Este hito fue registrado por un equipo de investigadores del Lightning Reasearch Group de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) tras el episodio lluvioso que ocurrió aquel fin de semana en la provincia de Tarragona.
El equipo de expertos y profesores de l'Escola Superior d’Enginyeries Industrial, Aeroespacial i Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT) instaló hace más de diez años en el Delta del Ebro la primera red de mapeo tridimensional de rayos en Europa, que apoyaba la Estación Espacial Internacional.
Una red que cuenta con 15 estaciones repartidas en el valle y Delta del Ebro, donde cada estación detecta las emisiones de radio producidas por los rayos que se desarrollan en el interior de la nube de tormenta.
Mediante la combinación de señales recibidas, los investigadores obtienen las localizaciones tridimensionales. Además, con una cámara de alta velocidad con intensificador de imagen graban vídeos de hasta un millón de imágenes por segundo, por lo que pueden estudiar, con todo detalle, todo el proceso de generación y finalización de los rayos.
Así ocurrió con el rayo más largo de Cataluña en la última década, que quedó inmortalizado gracias al equipamiento de los expertos, que también mide la intensidad de las tormentas y son capaces de mostrar agujeros de rayos en un territorio.
Ahora, el Lightning Research Group ha renovado el equipamiento tecnológico con el que trabajaban desde 2011, a través de la financiación proveniente de los fondos Next Generation de la Unión Europea y del Ministerio de Ciencia e Innovación.
El nuevo equipamiento, valorado en un millón de euros, les permite ampliar la cobertura de actuación, para estudiar mejor y registrar con mayor precisión los rayos.
De este modo, los investigadores han podido participar en la campaña ALOFT (Airborne Lightning Observatori for FEGS and TEGS), gracias a la cual un avión de la NASA ha podido sobrevolar tormentas en las islas del Caribe, para buscar emisiones de alta energía producidas por rayos.
Por su parte, los expertos han aportado en este proyecto los instrumentos de medida ubicados en tierra, en la isla de San Andrés.