La valentía inquebrantable de Julián Molina le ha permitido encontrar en una bicicleta el "vehículo" con el que puede soñar y crecer. Su "otra pierna", tras sufrir una amputación con siete años, con la que ha logrado superar las adversidades y realizar miles de acrobacias sin límites. Una exhibición que llega a Barcelona de la mano de Para BMX Street , la primera competición adaptada de la historia de este deporte urbano.
"Cada día nos damos cuenta de que no soy solo yo el ciclista con una pierna. Hay quien monta con prótesis, con un brazo o a quien les faltan dedos. Es lindo que de alguna otra manera el Extreme Barcelona abra las puertas para los deportes adaptados que inspiran a las personas a seguir creyendo y que la vida sigue", explica Julián, que en su caso fue capaz de sacar provecho de la inocencia de un niño para superar el capítulo más doloroso de su vida.
El deportista colombiano nunca olvidará la mañana del 27 de enero de 2006, cuando bajaba con su patinete por una de las cuestas de Andes (Antioquia), un pueblo a las afueras de Medellín. "Me atropelló un autobús y me llevaron al hospital, pero era un pueblo pequeño donde la atención no es tan rigurosa como en una ciudad", recuerda sobre un accidente en el que el tiempo jugó en su contra. "Me dejaron coger gangrena y cuando me llevaron a Medellín casi muero. Ya tenían que amputar la pierna".
Desde ese momento, sus padres se sumergieron en un caos del que Julián no era consciente. "La inocencia de una u otra manera puede ser un arma de doble filo, pero un niño la desconoce totalmente. En este caso no es un arma, es más bien una ventaja. Nunca se me pasó por la cabeza la gravedad del asunto. Mientras mi familia lloraba y decía que al niño le faltaba una pierna, yo simplemente me reía de la vida".
Jugaba, iba al río, nadaba y seguía haciendo sus "locuras", pero con una pierna. Una forma de afrontar los problemas que ha convertido el joven en su estilo de vida. "Sigo sin darme cuenta de que tengo una pierna, pero mis amigos me lo recuerdan a veces. Pero esa inocencia y esas ganas por seguir haciendo las cosas con amor es lo que te impulsa a vivir. La gente bonita que te rodea también te hace aprender", afirma Julián sobre una actitud que le permitió ver la bicicleta como un reto en vez de un obstáculo a los 12 años.
Su afición por la BMX llegó al ver los primeros vídeos del Mat Hoffman's Pro, un videojuego de carreras respaldado por uno de los mejores 'riders' del mundo. "Empecé a ahorrar para comprarme una bicicleta y a los 13 años lo consigo. Veía que no era solamente para rodar, sino para hacer trucos". Una década subida a ella, que se ha convertido en un "impulso emocional motivante".
"Es mi otra pierna, que voy adaptando con el tiempo, y en la que puedo hacer trucos. Es el vehículo con el que puedo soñar y crecer cada vez que me lo proponga", reconoce el 'rider' sobre un deporte que le permite evadirse y convertir los skateparks en una película rodada en su cabeza. "La BMX tiene dos llantas, ruedas y a ver qué puedes hacer. Somos arte, pintamos lindo nuestros escenarios".
Sus acrobacias llegan este viernes a la capital catalana con el 15º Aniversario del Extreme Barcelona, que por primera vez vivirá el Para BMX Street, "un campeonato pionero" con atletas internacionales que tiene como objetivo apoyar al deporte inclusivo y adaptado. "Es una catapulta a lo que sería el deporte adaptado de la BMX. Es la primera vez que se hace y Barcelona nos ha abierto la puerta".
Para Julián será la cuarta vez en Barcelona, aunque esa vez en un evento que ha traspasado fronteras. "Es un panorama bonito. La gente es hospitalaria. Es como si se tratase de otra parte de mi casa. Me siento muy acogido. Y con este evento el sueño cobra más sentido para ciclistas que han viajado desde Colombia, Brasil, Inglaterra o Málaga, con el objetivo de cumplir sus sueños. Todo se comparte".
El Extreme Barcelona tendrá lugar hasta el domingo 17 de septiembre y cuenta con deportistas internacionales que buscan la clasificación para los Juegos Olímpicos de París de 2024. La competición tiene en este aniversario cinco modalidades olímpicas, de las cuales muchas debutaron en Tokio (Japón) y centenares de atletas viajan desde todos los rincones del mundo hasta el Parque del Fòrum para luchar no solo por las medallas de oro, sino también por esta clasificación olímpica.
"Quién nos habría dicho en el año 2008 cuando empezamos esta aventura, que estos deportes que todavía no tenían oficialidad, ni estaban dentro de ninguna Federación Internacional y 15 años después se encontrarán con Clasificatorios Olímpicos, una muy buena señal de cómo crecen los deportes urbanos", explicó en la presentación del evento Victor Casanovas, director del Extreme Barcelona.