Las playas de Blanes (Girona) cuentan este verano con la mitad de socorristas que el año pasado, sólo 13 de los 25 que se habían previsto para esta temporada de baño.

El Ayuntamiento del municipio cuenta cada año con una bolsa de socorristas para contactar con los profesionales, pero la de este verano sigue abierta porque no se han presentado las suficientes personas para cubrir todas las plazas.

El motivo por lo que esto ha ocurrido es que ahora la Generalitat de Catalunya obliga a que los socorristas hayan cursado el grado medio en Salvamento y Socorrismo, acreditado y con las practicas completas, una nueva medida que deja fuera a muchos profesionales que habían trabajado en temporadas anteriores con títulos expedidos por entidades como la Cruz Roja que ahora ya no son válidos.

Ante esta problemática, el consistorio ha tenido que recurrir a la figura de los Agentes Ciudadanos para patrullar las playas y avisar a los socorristas ante una emergencia; una solución que tiene el objetivo de poner ojos allí donde los 13 socorristas no llegan. "La ventaja que tienen los Agentes Ciudadanos es que pueden vigilar mucho mejor, sobre todo desde el agua y detectar más rápido cualquier emergencia", asegura Tim Groenhuiizen, supervisor de las playas de Blanes.

Este equipo de 12 personas se dedican a vigilar sectores concretos de los casi tres kilómetros de playa que tiene Blanes y que este año se han quedado sin socorrismo. Así, en caso de detectarse alguna emergencia, estos Agentes Ciudadanos pueden contactar a través de radio con el socorrista más cercano, Protecció Civil o la Policía Local, en función del tipo de actuación que sea necesaria.

Blanes es uno de los pocos municipios de la costa catalana que contrata sus socorristas directamente, sin recurrir a una empresa externa que subcontrate estos profesionales. "Son funcionarios municipales interinos, que cuentan con las mismas condiciones laborales y beneficios con los que cuentan el resto de trabajadores municipales", asegura José Luis Pouy, jefe Protecció Civil en Blanes.

Ante la falta de socorristas este año, desde el Ayuntamiento pidieron a la Generalitat de Catalunya que les permitiera contratar a alumnos del grado medio que no hayan terminado las prácticas o socorristas de piscina "aunque solo sea para el sistema de vigilancia, puesto que tienen una formación superior al del Agente Ciudadano", explica Pouy, pero al no obtener respuesta, han optado por la opción de las patrullas ciudadanas.

De hecho, hay un instituto en Lloret de Mar (Girona), municipio colindante con Blanes, en el que 15 alumnos están cursando estos estudios, pero ninguno de ellos ha terminado los dos años de formación y las prácticas, por lo que no han podido ser contratados para esta temporada de baño.

Pese a la falta de socorristas, Pouy asegura que las playas de Blanes son seguras: "Estamos por encima de la ratio, pero lo que queríamos era llegar a la excelencia que hemos tenido estos años". Y recuerda que, como siempre, no hay que "pasarse de confianza, tenemos que saber cuales son los riesgos, la playa no es nuestro medio natural y hay que fijarse en el color de la bandera".

Además, "la sensación de la gente es buena, están viendo muchísimas personas uniformadas patrullando por la primera línea de playa y eso da seguridad", concluye el jefe de Protecció Civil.

"Que, además de los Agentes Ciudadanos, hubiera más socorristas sería un plus pero con las complicaciones que hay para encontrar este tipo de personal con la titulación asignada, esta es una alternativa que, de momento, nos está yendo muy bien", confirma Tim Groenhuiizen.

De cara a las próximas temporadas, el Ayuntamiento está planteando incorporar los estudios de Salvamento y Socorrismo a la oferta educativa del municipio para formar a los profesionales del sector que luego contratará durante los veranos.