Los servicios de limpieza han entrado este lunes en el domicilio de Alejandro, el hombre de 48 años y 250 kilos de peso con síndrome de Diógenes, que fue rescatado el pasado 25 de mayo en El Prat tras pasar la última semana sin comer por la acumulación de basura en la puerta.

El Ayuntamiento de El Prat detectó un problema de salubridad pública que fue resuelto hace 10 años. Desde entonces, el consistorio recibió tres llamadas, aunque él "no permitía" el acceso al domicilio, que quedó al descubierto cuando los bomberos le rescataron y retiraron kilos de basura de su interior.

Tres semanas más tarde, ya han desinfectado el piso y han hecho una limpieza de choque. "Hemos reabierto el expediente. Estamos realizando una limpieza con la autorización de la familia. Sin ella no se podía avanzar. Estamos en coordinación con los servicios sanitarios del hospital para ver cuál es el plan de trabajo individual que haremos a partir de ahora con esta persona", explica Arnau García, jefe de Servicios de Acción Social y Comunitaria del Ayuntamiento de El Prat.

"Faltaba la retirada de bultos con una empresa especializada. Siempre preservando la intimidad de la persona, junto a sus pertenencias con una furgoneta y bolsas negras", añade García, quien reitera que desde el consistorio "no ha habido ningún indicio para saber qué estaba pasando".

Los vecinos que presenciaron la evacuación de Alejandro aseguraron que el olor era "insoportable". De hecho, los bomberos se vieron en la obligación de reventar una ventana y apuntalar el techo para poder entrar. Con una grúa, rescataron al hombre por la misma ventana en una operación que duró varias horas.

Ahora, ese espacio ha permitido seguir con las laboras de limpieza en el domicilio de Alejandro, que estuvo ingresado en el Hospital de Bellvitge, con una pierna gangrenada. Sus vecinos, apenados por la situación, aseguran que "es un buen hombre" y que alertaron a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de El Prat en varias ocasiones.

"Con los vecinos se han hecho distintas reuniones para ver cuál es la situación del vecindario, las molestias y dificultades que puedan haber. A partir del momento en el que Alejandro vuelva a vivir aquí, hay un trabajo en red de acompañamiento y seguimiento social", culminan desde el consistorio.

El barrio contempló en su rescate la ingente cantidad de garrafas de agua que evacuaron del piso los equipos de limpieza. Cuentan en el bloque que hace dos años el parking del edificio sufrió goteras procedentes del piso de Alejandro. Este se negó a que el seguro entrara en su casa para reparar la avería. Pidió que le cortaran el agua. Y durante estos dos años ha vivido también sin agua corriente en casa, acumulando garrafas y sus propias necesidades.