Coldplay cerró este domingo su paso triunfal por Barcelona con el último de sus cuatro conciertos que ha realizado en el Estadi Lluís Companys, el escenario donde jugará el FC Barcelona la temporada que viene y que tuvo en la grada a Leo Messi disfrutando del concierto de la banda británica.
Una sensación extraña para el público 'culé', que ovacionó al astro argentino en su visita a la capital catalana, con el rumor de su posible retorno al conjunto azulgrana.
"Messi, Messi, Messi", gritó todo Montjuïc durante unos segundos, mientras el atacante del PSG sonreía tímidamente frente a los 55.000 asistentes que llenaron por cuarta vez, en cinco días, el estadio barcelonés para ver a la banda de Chris Martin.
Una noche especial, tanto para los fans de Coldplay, como para los aficionados del Barça, que se despidieron del Camp Nou por su inminente remodelación, y también de los capitanes -amigos de Messi-, Sergio Busquets y Jordi Alba, que jugaban su penúltimo partido con la elástica blaugrana y recibirán un homenaje que probablemente cuente con la asistencia de la estrella argentina.
Mientras el Barça goleaba (3-0) al Mallorca, el público captó a Messi escuchando ‘Viva la vida’, la canción que marcó la historia del cuadro catalán en su época dorada con Pep Guardiola en los banquillos.
Un tema que rememora los mejores tiempos del delantero como jugador azulgrana, que estuvo acompañado de su esposa Antonela Rocuzzo y del exjugador del Barça Cesc Fàbregas.
Coldplay ha hecho historia tras agotar las 200.000 entradas en cuatro noches seguidas. Una expectación que la banda cumplió con creces tras siete años de espera para escuchar de nuevo la voz de su líder, Chris Martin, que también cantó a través de las manos, la expresividad, el cuerpo y el arte de cuatro intérpretes de signos para que las personas con problemas de audición pudieran seguir la actuación.