Las tres primeras crías de oso pardo del año han sido vistas en Lladorre (Lleida) tal y como ha grabado un guarda de la reserva nacional de caza del Alt Pallars que muestra a los oseznos junto a su madre. La conselleria de Acció Climática confirma que se trata de nuevos oseznos en el Pirineo, una región donde crece su población junto al área del Cantábrico.
Salvador Colomé, el guarda que ha grabado las imágenes, asegura a NIUS que no es un hecho aislado: "Cada vez cuesta menos verlos", explica. Lladorre es uno de los espacios donde la Fundación Oso Pardo ha plantado árboles frutales para asegurar su alimentación.
Aun así, las tres crías corren peligro de no llegar a la edad adulta. "Es difícil que los tres sobrevivan", asegura Salvador. "La osa está en un despeñadero para protegerse de los machos adultos. Ahora es época de celo y si el macho no reconoce a las crías como suyas puede matarlas para provocar que la osa vuelva a entrar en celo", asegura. "Esta misma osa tuvo tres crías hace tres años y las perdió.", recuerda.
Los osos pardos son menos peligrosos para los humanos de lo que se cree, según el guarda: "Si te cruzas con un oso, normalmente se van. El ataque a personas es difícil", explica y recuerda lo que no se debe hacer ante un oso pardo: "No debemos gritar porque el oso se pondrá nervioso y se defenderá. Tampoco debemos salir corriendo porque nos identificarán como una presa y nos perseguirán. Debemos de salir en silencio y despacio para que el oso crea que es el ganador y nosotros los perdedores", recomienda.
El último recuento de osos pardos en el Pirineo publicado en marzo, realizado en colaboración con las distintas comunidades autónomas y el gobierno francés, identificó 76 ejemplares distintos. Con estas tres nuevas crías el número asciende a 79. La Generalitat desconoce si hay más crías ya que es ahora cuando la especie asentada en el Pirineo sale del periodo de hibernación.