Las veteranas del Xon's de Empuriabrava, bicampeonas de Cataluña en llaut mediterráneo: "Hace cinco años muchas no sabían remar"
Las remadoras, de entre 42 y 57 años, esperan repetir podio este fin de semana en el Campeonato de España en Málaga
El entrenador Màrius Duñach destaca la proeza del equipo, que empezó a competir en 2019 y ha aprendido parte de su técnica de forma autodidacta
Un barco corsario cargado de sidra y vino navega a vela y con 18 remos entre Pasaia y Bretaña
El equipo de veteranas del Xon's d'Empuriabarava son campeonas de Cataluña por segundo año consecutivo en Llaüt Mediterráneo, también llamado banco fijo. Revalidaron el podio el pasado 6 de mayo. Este fin de semana esperan repetir podio en el campeonato de España en Málaga, después de conseguir el bronce el año pasado. Empezaron a competir en 2019 y se han colocado en la cúspide de la competición.
Tienen entre 42 y 57 años y esta temporada han seguido un entrenamiento duro, de cuatro a seis sesiones a la semana, para mantenerse en la cima de la competición. Los buenos resultados les plantean nuevos retos, como competir en la categoría absoluta. Aunque se apresuran en aclarar que "sólo han sido charlas informales, no hay nada decidido".
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Las embarcaciones que compiten en la categoría veterana recorren 700 metros y juegan con un llamado 'handicap', que suma o resta segundos a la llegada en función de la media de edad de la embarcación. En la categoría absoluta se recorren 1.400 metros y no existe dicho ' handicap'.
Comprometidas y autodidactas
El entrenador, Màrius Duñach, destaca la proeza del equipo: "Es toda una proeza ya que muchas no sabían remar hace cinco años", explica. Duñach las entrena desde hace un año: "Me sorprendió que muchas técnicas que nadie les había enseñado las aprendieron ellas solas en su afán por mejorar", añade.
Sònia Pla, de 42 años, es la que recorre más kilómetros para entrenar. Este sábado y este domingo será una de las ocho remeras el equipo en Málaga. Esta diseñadora industrial vive en Olot y dos días a la semana conduce cerca de una hora por trayecto para remar en las aguas de Empuriabrava. Recuerda que subió por primera vez en 2018: "Soy separada y cuando mis hijos estaban con su padre me faltaba algo. Una amiga me invitó a probar el remo y fue amor a primera vista" recuerda.
Reconoce que no le gustaban los equipos de competición: "Salía a correr, me gustaba el esquí pero no tenía el hábito y la competición me parecía muy individualista, la consideraba la cara opuesta a mí", recuerda. Varias compañeras empezaron con el remo como ella, por afición, y les entró el gusanillo por competir en regatas: "Poco a poco surgió el interés. Éramos un grupo de chicas que nos acoplamos muy bien. Esto significa un compromiso porque debes entrenar para llegar a la competición al máximo nivel y no defraudar al equipo", explica.
El equipo entrena en el llaüt dos veces por semana y realiza el resto de trabajo de fuerza y de fondo en casa. "Se ha convertido en una forma de vida. Entreno frente a mis hijos antes de cenar o me acompañan en salidas en bici", explica. "Ha cambiado mi relación con el deporte. Esos días que no tienes ganas de entrenar, otras del equipo tiran del carro y sabes que no puedes saltártelo porque el equipo depende de tu mejor condición", asegura.
"La respiración de la compañera hace que des lo máximo de ti"
María Peña, de 57 años, es la veterana del equipo y también remará en el campeonato de España. Ella subió antes al llaut, en 2014. "Vi una barca y dije que yo quería eso. Subí a la barca y dije que de allí no me bajaban", recuerda la también jefa de recepción del Centro de Paracaidismo de Empuriabrava. Recuerda que cuando empezó, eran "muy poquitas" remando. Fue el anterior entrenador, Carles Peña, quien las animó a formar equipo: "Dijo que nos enseñaría a remar para competir y así lo hizo", recuerda.
El equipo empezó a competir en 2019 y en 2022 ganó el primer campeonato de Cataluña. María no mantenía una vida sedentaria antes del remo: "Hacía Jiu Jitsu (un arte marcial) y salía al monte", explica "pero no tienen nada que ver con el remo", reconoce. La competición en equipo también le ha enganchado: "Cuando compites en equipo eres una pieza de la barca, todas vamos a uno. Oyes en la respiración de la compañera que lo da todo y hace que des lo máximo de ti. Te obligas a sacarlo todo", explica.
Paladas certeras
María añade a los beneficios físicos del remo el de la paz mental: "Subes a la barca, te concentras en no perder ni una palada y se te olvida el mundo", continúa.
María y Sònia coinciden que el remo atrae a muchos deportistas séniors: "Cuando vamos a las regatas vemos cada a más remeros de más de 40 o 60 años y menos jóvenes", explica Sònia. "En nuestro club no existen equipos juveniles", lamenta María. "Tal vez deberían enseñar el deporte en las escuelas", reflexiona.
El entrenador, Màrius Duñach, que también compite en regatas, destaca que la edad no es un problema en este deporte: "Los jóvenes tienen más fuerza explosiva pero los mayores tienen más experiencia en dar paladas. Y en las regatas no gana quien da más paladas sino quien da las más certeras", concluye.