Amadeo Montero 'Lele' se ha convertido en un motivo de orgullo para la comunidad gitana al ser el primer jugador que pasa de la Kings League Gipsy al 'show' de Ibai Llanos y Gerard Piqué. Una hazaña a la altura del exculturista y atacante de Cubelles (Barcelona), que cambió el sábado pasado un campo de Montjuïc, donde juega con el FC Balichos, por el Cupra Arena, defendiendo la camiseta de los Troncos FC ante cientos de miles de personas en directo.
"La experiencia fue muy buena, pero el partido fue muy mal. Los nervios me traicionaron un poco, pero como experiencia personal fue increíble", reconoce Montero, que se quedó con un sabor amargo en la primera jornada del segundo split de competición, al no meter un gol. "No pude celebrarlo y dedicarlo a todo el pueblo, que es lo que me hacía ilusión. Si tengo otra oportunidad, estoy convencido de que lo haré".
El delantero, de 37 años, ha pasado por varios equipos de la capital catalana. Un olfato goleador que comparte con su cuñado Sergio García, exjugador y emblema del RCD Espanyol, que formó parte del primer formato del 'circo' de Piqué. "Él jugaba en el Móstoles FC y a veces iba a entrenar con ellos". Sin embargo, su oportunidad en la Kings League llegó de la mano de otro 'perico' como Joan Verdú, jugador de los Troncos, con el que coincidió en Tercera División en 2021.
"Es amigo mío y me dijo que a veces les faltaba gente para entrena. Me avisó un día y así empecé. Ahora no sé si volveré a jugar, pero solo con ir a entrenar y pasar el rato con ellos ya me gusta", añade Lele, quien "apenas" entró en juego en su debut. "Perdimos 3-4. Casi no toqué la bola y la mayoría de espaldas. Estaba bien cubierto por los defensas y no tuve la oportunidad de demostrar todas mis cualidades".
El jugador invitado para la ocasión no logró el premio del gol, pero salió orgulloso del Cupra Arena al abrir una puerta para toda la comunidad gitana. "En nuestra liga hay mucha calidad y tenemos jugadores que pueden jugar ahí tranquilamente". De hecho, la Kings League Gipsy es una réplica de la exitosa ocurrencia de Piqué, que sus presidentes y jugadores han convertido en un producto único pese a no recibir ayudas económicas.
En el caso de Lele llegó a la liga gracias a Jose Hernández, uno de los presidentes que hizo realidad una idea "inimaginable" desde la calle de la Cera, en el corazón del Raval. "El coronavirus había separado tanto a la gente del barrio que ni para un partido de fútbol nos veíamos. Buscamos una manera de jugar y volver a unir nuestras raíces y forma de vivir en comunidad", explicó el homólogo gitano del exjugador del FC Barcelona en una entrevista a NIUS.
Un campeonato que también planta cara al racismo y a los estereotipos. "La mayoría, por desgracia, esperaba ver otro tipo de show en el que nos peleásemos o matáramos entre nosotros. Y es lo contrario. Cuando hay una acción un poco agresiva, el comité la sanciona. Al final nos conocemos todos".
De hecho, desde que echó a rodar el balón hace un par de meses, han castigado a un jugador. "Fue por un pisotón y ya no jugó más. Le dijeron que se había pasado de la raya y que tenía que esperar a que empezase la próxima liga para volver a jugar. Aquí somos todos uno, se trata de pasarlo bien y disfrutar. Lo que menos queremos son agresiones".
Los prejuicios también acompañan a Lele. "He estado jugando en varios equipos. La gente al final me conoce. Sabe qué tipo de persona soy y que puedo relacionarme con todo el mundo. No soy el estereotipo que pueden pensar y más cuando me ven fuerte y grande", añade el atacante y campeón de culturismo en Cataluña en 2008 y 2012.
A los 25 años se vio en la obligación de abandonar temporalmente el fútbol por una lesión en el ligamento cruzado anterior de la rodilla. Pero su recuperación y el posterior fortalecimiento de la pierna le hicieron descubrir una pasión por el entrenamiento con pesas.
"También quedé cuarto en un campeonato de Europa. La experiencia de representar a un país es bonito, pero fue hace 11 años. Ahí no jugaba a fútbol". Un recuerdo bonito a la vez que sacrificado. "Te tienes que evadir a nivel social. La dieta es muy estricta. Ahora tengo hijos y una familia", recuerda Lele sobre un deporte "matemático" a nivel nutricional.
"Tienes que pesar la comida siempre. Te vas a cenar y tienes muchas limitaciones. Con los conocimientos que tengo ahora podría llevarlo mucho mejor, pero en aquel momento me plantaba con lo que tenía escrito en una dieta. Lo llevaba al extremo". Sobre todo en el último mes y medio. "Es cuando apenas tienes fuerza porque comes poco para estar más definido".
La experiencia que vivió hasta los 33 años le ayudó "mucho" en su vida personal. Tras dejarlo, volvió a vestirse de corto y cumplir un sueño al jugar con Sergio García. "Coincidimos en la Montañesa en una temporada que también estaba Joan Verdú, pero uno de los tres siempre estaba lesionado o tenía alguna sanción. En el único partido que coincidimos acabamos Sergio y yo lesionados".
Por ello, Lele sueña con poder reeditar aquel momento en la Kings League. "Sería un sueño". De momento ya lo ha cumplido con su cuñado en la Gipsy. "Sergio vino un día y al menos ganamos, pero solo marqué yo".