Las precipitaciones de este fin de semana no son suficiente para paliar la sequía en Cataluña. Si los regantes del canal d'Urgell han instalado presas para almacenar agua tras el cierre del grifo, ahora los cortes de agua llegan a los campos bañados por el canal Segarra - Garrigues. El canal permanecerá cortado cuatro días y reabre este martes para el mantenimiento de los árboles fruteros. Algunos payeses perderán el 100% de la cosecha.
El corte del suministro afecta a unos 1.800 agricultores y hasta 12.000 hectáreas de cultivos. Los agricultores deben llamar ahora a la empresa adjudicataria del canal, ASG, para pedir el agua y cada agricultor recibirá una proporción de agua según la plantación de árboles que tenga, que no podrá superar.
La comunidad de regantes continúa impactada por la noticia y califica la situación de dramática. Cuentan que pensaban que esta medida no les llegaría: "Somos un riego modernizado: nuestros campos se riegan por goteo, no por inundación", explica el presidente Josep Maria Jové de la comunidad de regantes.
Algunos ya han adelantado la cosecha de cereales que destinarán para alimentar al ganado. La falta de lluvias frenado el crecimiento. Muchos campos sólo han recibido un turno de riego pese a que necesitaban de media cuatro turnos para crecer como es debido.
"Ahora vienen las plantaciones de olivos, viña, pistacho y lo que da más incertidumbre es que no sabemos del agua que disponemos", cuenta Joan Sambola, presidente de los regantes del sector 6 del canal.
Los regantes han realizado una importante inversión en la modernización del canal en los últimos años y la situación actual no deja de alarmarles. "Aún no hemos obtenido beneficios y encima los rendimientos de la cosecha se verán mermados", explica.
"Hemos invertido en un riego de alta tecnología que intenta mirar el agua con mimo. Nos hemos endeudado y no lo han tenido en cuenta a la hora de cortar el suministro", comentan desilusionados. La lluvia de estos días ha subido unos centímetros el nivel de agua del canal pero confiesan que no es suficiente: "Donde tenía que llover, en la cabecera del Segre, ha llovido muy poco", explican.
Sin riego, los payeses prevés pérdidas de hasta 5.000 euros por hectárea. Este martes se reúnen en Zaragoza con la Conferderación Hidrográfica del Ebro donde esperan obtener más información de los cortes y trasladarán sus inquietudes. Mientras, la Generalitat sigue de cerca el nuevo corte de riego.
La semana pasada, el presidente Pere Aragonès reclamó ayudas al Gobierno para paliar los efectos en la agricultura del corte del Canal d'Urgell.