Los Soniquetes, Dictadores del compás, Gipsy Hooligans y Canasteros son los cuatro equipos que forman parte de la Kings League Gipsy, una versión desenfadada de la peculiar competición de fútbol de Gerard Piqué que arrasa en redes sociales. Lo que empezó como una liga amateur entre diferentes comunidades gitanas de Barcelona, con el objetivo de unir a los jóvenes, ya aspira a convertirse en un campeonato nacional que planta cara al racismo.
Los vecinos de la capital catalana se reúnen una vez a la semana en un campo de Montjuïc para disputar una jornada con espectáculo garantizado. Desde cartas sorpresa, expulsiones, penaltis súbitos a un consejo de ancianos que actúa de VAR. Una réplica de la exitosa ocurrencia del exjugador azulgrana que ha fascinado al público por su originalidad en un torneo sin ayudas económicas.
"El fin es hacer deporte, pero el deseo es despertar y motivar a una comunidad gitana, que por desgracia siempre ha estado perseguida y machacada por el antigitanismo", explican los organizadores del proyecto en el que participan entidades de los barrios de Gracia, Hostafrancs, La Mina, Bon Pastor y Zona Franca, modelados por la asociación gitana de Carabutsí.
Las cuatro escuadras disputan una liguilla, con cientos de miles de interacciones en redes sociales, y gracias a este fenómeno viral empezarán en el mes de abril la competición oficial con veinte equipos de toda Cataluña y uno de Mallorca. Un torneo que espera seguir expandiéndose por los barrios con población gitana de la geografía española.
"Si no llega a ser un formato como la Kings League, no creo ni que hubiéramos podido hacer una liga porque eso lo hemos tenido al alcance siempre y no ha pasado. Piqué se tiene que sentir orgulloso de que algo que él ha creado se replique, y que la gente tenga ganas de jugarlo", explica Jose, su homólogo gitano como uno de los presidentes.
Antes de cada partido suena Como el agua de Camarón, el himno de una competición que apela al orgullo de barrio, el principal motivo por el que hicieron realidad una idea "inimaginable" desde la calle de la Cera, en el corazón del Raval. "El coronavirus había separado tanto a la gente del barrio que ni para un partido de fútbol nos veíamos. Buscamos una manera de jugar y volver a unir nuestras raíces y forma de vivir en comunidad".
De este modo, el actual presidente de la Kings League Gipsy propuso el formato de moda en el mundo digital. "Me gusta muchísimo porque yo soy seguidor de Ibai (Llanos) y consideraba que era muy buena opción porque nos daría diversión". Así adaptaron su base inicial y ahora empiezan a crear sus propias normas. "Queremos poco a poco independizarnos de la idea de Piqué".
Es el caso de las cartas, que cuentan con algunas reglas poco comunes en el mundo del fútbol y cada equipo dispone de una, escogida al azar, que le otorga una ventaja una sola vez por partido. "Para esta semana se está barajando que el portero durante tres minutos no puede parar con las manos y la otra es que durante tres minutos cuatro jugadores no puedan pasar de medio campo", apunta sobre un juego en un campo de fútbol 7 con dos partes de veinte minutos.
Tal es su magnitud que hoy también tendrán un jugador 'Enigma 69', una de las mayores atracciones hasta la fecha de la liga de streamers, que causó una gran expectación al no saberse la identidad de un futbolista que disputó el partido con una máscara. "Es una persona muy conocida y va a marcar un antes y después en nuestra liga. Es un golpe sobre la mesa", añade entre carcajadas el presidente.
Otro de los grandes alicientes para el público es el VAR. "Hay dos jóvenes a las dos esquinas con un móvil que graban el partido, pero después hay un consejo de ancianos, que son cuatro o cinco personas mayores del barrio. Cuando hay una jugada muy conflictiva paran la grabación y revisan la jugada para que no haya ningún mal rollo. Así dictan su decisión, que va a misa, estén equivocados o no".
Si en la Kings League, que disputará su fase final en el Camp Nou, cuentan con exjugadores de la talla de Iker Casillas, Sergio Agüero y con invitados especiales como Ronaldinho, los encuentros de fútbol barrial esperan poder invitar a futbolistas gitanos que han marcado su infancia. "Dentro del mundo del artista gitano, nos han apoyado la mayoría de los grandes. También se han puesto en contacto con nosotros un jugador del Espanyol, Nolito, o Antonio Amaya, que nos enviaron un vídeo de apoyo. Si esto va para adelante, seguramente veréis alguna semana algún jugador de Primera División".
Sobre la posibilidad de tener en el futuro un liga gitana femenina, Jose no lo descarta. "Internamente lo hemos planteado. Lo único que ahora mismo no tenemos esas posibilidades. Nos dijeron que sería un bombazo o al menos hacer un amistoso así, pero bueno, si en el futuro se puede hacer, se intentará. Si nosotros tuviéramos el alcance de poder hacerlo, algo relacionado se hará".
Puestos a soñar, esperan algún día poder enfrentarse a algún equipo de la Kings League. "Sabemos que se nos ha ido de las manos. Estaría bien un partido con ellos. También nos darían ese apoyo que realmente necesitamos. Una palabra de ellos hacia nosotros nos puede ayudar mucho", culmina como colofón a un proyecto repleto de "orgullo" que ha acabado uniendo a "todo" el pueblo gitano.