El macrocomplejo turístico Hard Rock en el Camp Tarragona ha sido uno de los principales escollos para que el PSC apoye los Presupuestos de Cataluña 2023. Ahora, el acuerdo entre ERC y socialistas catalanes establece que durante el primer semestre de este 2023 se desbloqueará la construcción del macrocasino. El proyecto debe ser previamente aprobado por el Plan de Desarrollo Urbanístico, dependiente del Govern.
El Hard Rock ya tiene los terrenos designados, entre Salou y Vila Seca (Tarragona) pero su construcción colea desde hace una década. Fue en 2011 cuando la multinacional de juegos Las Vegas Sands firmaba un acuerdo con la Generalitat presidida por Artur Mas (CiU) para construir en Tarragona lo que ellos bautizaron como Eurovegas. El proyecto ha cambiado de nombre durante estos años, BCN World y ahora Hard Rock.
Socialistas y Junts reclamaron a Aragonès un "compromiso" para la construcción del Hard Rock. Sin embargo, los republicanos no han sido claros al respecto. En lugar de mostrar su negativa a la construcción, alegan que ha de superar los trámites administrativos y no lo incluyen en los presupuestos de 2023.
Este miércoles, ERC ha corregido las palabras de Illa. El jefe de la oposición ha asegurado que el acuerdo para los Presupuestos catalanes 2023 da luz verde a la construcción del Hard Rock. Posteriormente, la consellera de Presidència, Laura Vilagrà ha insistido que dependerá del aval administrativo: "En las licencias ambientales, las condiciones se cumplen o no se cumplen", ha sostenido la consellera y ha asegurado que el pacto aplica la sentencia judicial especialmente en las zonas verdes.
Quienes sí se han manifestado claramente en contra es la formación En Comú Podem, que ya pactaron su acuerdo a los Presupuestos y ahora sostienen la urgencia de tramitar unas cuentas de 2023 en pleno mes de febrero. Hace unas semanas recibieron el respaldo de Yolanda Díaz, en su visita a Tarragona: "No es nuestro modelo productivo, es radicalmente diferente", afirmaba y calificaba de "desastre" vincular el futuro a "un macrocasino con más de 1.200 máquinas tragaperras".
El PSC defiende la promoción económica que, a su juicio, Cataluña abandonó durante el 'procés' independentista e insiste en el complejo de Vila-Seca. Tenían a su lado a una parte del independentismo, los postconvergentes que también eran favorables a la ampliación del aeropuerto y dentro del gobierno de Aragonès, hicieron públicas sus discrepancias.
La patronal también está a favor de la construcción del Hard Rock, así como los hoteleros y los ayuntamientos de Vila - Seca y Salou, en cuyos terrenos se asentaría el complejo. Los impulsores han llegado a prometer 20.000 puestos de trabajo en el que será uno de los espacios recreativos más grandes de Europa. Incluso el rector de la Universitat Rovira i Virgili, Josep Pallarès, se posicionó a favor del equipamiento.
Pero el Hard Rock también tiene sus detractores en el Camp de Tarragona. Ecologistas y vecinos se han organizado en la plataforma Aturem Hard Rock y este lunes abucheaban al rector de la universidad tarraconense junto al Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (Sepc) por "posicionar la universidad a favor del macrocasino". La plataforma denuncia que el proyecto "no es necesario para el territorio y que su implantación traerá nuevas desigualdades económicas, laborales y provocará un grave impacto ambiental".
Ecologistes per Catalunya denuncia que el Hard Rock ha sido la "moneda de cambio" de ERC para aprobar las cuentas de la Generalitat y han convocado manifestaciones esta misma tarde.
Los sindicatos son los terceros en discordia. La secretaria general de CCOO Tarragona, Mercè Puig, ha puesto en duda en varias ocasiones las cifras de empleo que prometen los impulsores.
El Hard Rock no ha sido la única barrera que ha alargado las negociaciones entre PSC y ERC. El PSC defiende también ha obtenido la aprobación de otras dos infraestructuras, la culminación de la carretera B-40 y la "modernización" del aeropuerto de El Prat para ampliar su capacidad y transformarse en hub internacional.