Myrna Mates, la excepción entre los maestros zapateros: "Chocaba ver a una mujer haciendo calzado y nadie lo hace igual"

  • La fabricante lleva 50 años elaborando zapatos de manera artesanal de principio a fin: "Pocas fábricas pueden decir lo mismo"

  • Su padre, Francesc Mates, creó hace 75 años un negocio en el que destacan por el especial cuidado en todo el proceso de una elaboración a mano

  • Un éxito que atribuye a la persistencia: "No sé qué he hecho, pero he seguido luchando sin parar"

Myrna Mates confecciona todo tipo de calzados desde hace 50 años. Una labor tradicional en desuso y con nula presencia de la mujer, a excepción de la maestra zapatera catalana, quien regenta un taller familiar en el barrio barcelonés de Sants: "Todo lo que fabricamos es completamente artesanal. Estoy segura de que no hay nadie en España que lo haga igual".

Su padre Francesc fue pionero al manufacturar, con tan solo 16 años, sus propias zapatillas para competir en diferentes pruebas atléticas en 1947. Desde entonces, el apellido Mates se dio a conocer por el mundo, como una marca de calzado deportivo, y Myrna ha continuado el negocio desde un taller en el que produce zapatos de principio a fin.

"No tengo competencia. Todas las otras marcas están industrializadas. Entran los zapatos por un lado y al cabo de una hora salen hechos. Es totalmente diferente. Nosotros los cortamos a mano", explica la fabricante, quien considera que "hay pocas factorías que sepan hacer un ejemplar desde cero hasta acabarlo".

En su caso, compra las pieles, toma las medidas y realiza el patrón del zapato. Posteriormente, les da forma, cose, monta y engancha la suela. Un proceso laborioso y cuidadoso que nada tiene que ver con el patrón de trabajo de las grandes marcas. "Ponen la pieza y ya sale casi hecho, en mi caso es todo a mano".

Un método artesanal en el que el tiempo para manufacturarlo no baja de las 24 horas. "Puedo tardar hasta un mes si conviene en un calzado especial a medida, pero depende del caso estoy dos días para hacerlo. En este caso no tiene nada que ver con los de la tienda Mates", matiza Myrna, quien puede llegar a elaborar hasta 30 pares a la vez, una práctica "más rápida" por la simultaneidad del producto.

Lo que empezó como un negocio para grandes clubes y tiendas de España orientado en deporte, principalmente atletismo y balonmano, dio un paso agigantado con la llegada del Maratón de Barcelona. Una carrera a pie, en la que su padre fue uno de los fundadores y que cambió la visión de un deporte minoritario. "Era un visionario. Hace 75 años corrías por las calles y te veían como un bicho raro".

Variedad de elaboraciones

"Como nadie corría en España empezaron a surgir problemas de pies. Poco a poco fuimos haciendo zapatos personalizados porque había gente que lo tenía ancho, otros con juanetes o cualquier peculiaridad. Esto nos ha llevado a poder hacer cualquier tipo de modelo", reconoce Myrna.

Desde una persona con el pie deforme a zapatillas de recién nacido, botas para moto o para escalar. "Puedo hacer cualquier cosa porque tengo los medios y las facultades, pero Mates es lo principal en mi taller".

Ahora, Myrna tiene 64 años y para ella representa un orgullo "enorme" seguir el legado de su padre, referente en la manufactura de calzado a medida y de altas prestaciones. "Cuando se murió todos me miraban raro. Iba a los proveedores y fábricas y se dirigían a mi marido. Les chocaba que una mujer hacía zapatos. No obstante, ahora sí que hay remendonas, aunque antiguamente no había ni una".

Quedan abiertos algunos negocios, pero poca gente quiere aprender el oficio

Este prestigio le llevó a vestir a atletas de primer nivel, como Jordi Llopart, campeón de Europa de 50 kilómetros marcha con unas Mates hechas con piel de canguro que no las hace nadie, o los árbitros de Primera División de fútbol.

Ahora, este calzado se ha convertido en un ejemplar de culto en Japón: "Hace 10 años que estamos en el comercio asiático y se ha convertido en una marca imprescindible. Las venden en las mejores tiendas".

Una elaboración de calidad y ubicado en pleno corazón de Barcelona. "Antes había muchas fábricas de calzado. No éramos los únicos, pero han ido cerrando y solo quedo yo. Quedan abiertos algunos negocios, pero poca gente quiere aprender el oficio", lamenta.

"Hacer un zapato tiene su trabajo, no es nada fácil. Todo se puede aprender, pero por lo general tira más estar sentado delante de la pantalla, prefieren la comodidad", añade Myrna, quien reconoce las dificultades para mantener el negocio en pie en un futuro. "No sé cuánto vamos a aguantar. Estamos estudiando el modo de que no se acabe conmigo. Me daría mucha pena".

Para ella, la persistencia ha sido la clave del éxito. "Nos van bien las cosas, no nos podemos quejar. No sé qué he hecho, pero he seguido luchando sin parar", dice sobre un mercado en el que cada vez hay más imitaciones y no se apuesta por la naturalidad.

"En el mercado cuesta encontrar deportivas de piel al cien por cien, aunque hacen buenas imitaciones. Yo pongo piel de vaca de verdad. Están hechos con muchísimo cariño y materiales que están estudiados para que den comodidad y transpiren. Cuando la gente los prueba, calidad-precio es un regalo", concluye.

Un ejemplo de comercio de barrio para Ada Colau

Para la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau,  Mates es un "buen ejemplo de comercio de barrio y precioso", el "único" comercio con taller que vende deportivas "100% hechas en la capital catalana". En esta línea, ha recordado para las compras navideñas que "no hay ninguna plataforma en internet que pueda ofrecer el trato personalizado del comercio local".

Un mensaje que llega semanas después del inicio de la tramitación de la conocida 'tasa Amazon' para gravar a las grandes empresas de reparto a domicilio, que facturen más de un millón de euros al año por entregas a destinos finales indicados por consumidores en la capital catalana.

"Las tiendas de barrio generan lugares de trabajo de calidad, pagan impuestos y dan vida en los barrios. Las plataformas como Amazon, en cambio, generan precariedad, contaminan las calles y desertizan los barrios haciendo competencia desleal", ha explicado en sus redes sociales. 

Myrna reconoce que las palabras de la alcaldesa le han halagado "bastante", después de recibir su visita en el taller. "Le hice un zapato nuevo cuando vino y quedó encantada", recuerda.