Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado jueves 13 de octubre a dos camareras de un club nocturno de Sant Andreu de la Barca por presuntamente mezclar fármacos con las consumiciones de los clientes para poder hacer cargos fraudulentos con sus tarjetas de crédito.
Estas dos mujeres están acusadas de cuatro delitos de estafa y un delito contra la salud pública, por utilizar sustancias peligrosas que pueden causar un grave daño para la salud. Además, detuvieron a una tercera mujer por tenencia de una cantidad de cocaína considerada como delito contra la salud pública.
La investigación se inició a finales de septiembre cuando los mossos tuvieron conocimiento de que se habían presentado cuatro denuncias por estafa que tenían un nexo común: todas las víctimas habían denunciado cargos fraudulentos en sus cuentas bancarias en los días y franjas horarias en las que habían sido clientes en el mismo club nocturno de Sant Andreu de la Barca. Las cuantías estafadas eran pequeñas pero muy seguidas e iban de los 150 euros a una de las víctimas hasta los casi 3.000 euros de otra.
Los investigadores averiguaron que las víctimas, durante su estancia en este local y después de tomar unas copas, habían perdido la noción del tiempo, se habían encontrado mal y que no recordaban nada de lo sucedido posteriormente. Más tarde, se dieron cuenta de que se habían hecho cargos no autorizados de distintas cuantías con sus tarjetas de crédito en un período de tiempo muy corto, que siempre coincidía con su estancia en el establecimiento. Los mossos también constataron que, meses atrás, la Policía Local de Sant Andreu de la Barca había atendido a otro cliente del mismo club, que también manifestaba que, a pesar de consumir sólo una consumición alcohólica, había tenido dificultades incluso para mantener el equilibrio .
Gracias a las gestiones de investigación, los agentes lograron acreditar que las dos encargadas del local eran las únicas que servían las copas y que cobraban las consumiciones de los clientes y que presuntamente se aprovechaban de esta situación para mezclar varios fármacos con las bebidas alcohólicas con el objetivo de mermar las capacidades cognitivas de los clientes y poder hacerles cargos fraudulentos con sus tarjetas de crédito.
Constatado que las investigadas estuvieran cometiendo un delito contra la salud pública con evidente riesgo para la salud de las víctimas, el 13 de octubre se llevó a cabo un dispositivo policial que permitió realizar la entrada y registro en el club y que concluyó con la detención de las dos encargadas del establecimiento.
En el local los mossos localizaron una caja de fármacos detrás del mostrador en la que se podía leer la anotación "Dormir". En su interior había varios comprimidos de hasta diez medicamentos distintos, la mayoría utilizados para el tratamiento de la ansiedad. Asimismo, los investigadores localizaron en la barra una libreta en la que estaban anotados los números PIN de las tarjetas de varios clientes.
Ante estos hechos, los investigadores detuvieron a las dos mujeres como presuntas autoras de un delito de estafa y un delito contra la salud pública. También detuvieron a una trabajadora del club, ya que se encontraba en posesión de diez gramos de cocaína y la tenencia de esa cantidad de esta droga es considerada un delito contra la salud pública.
Ambas responsables del local pasaron a disposición judicial y el juez en funciones de guardia decretó su libertad con cargos. La tercera detenida quedó en libertad tras declarar en sede policial a la espera de que la cite el juez. La investigación sigue abierta y no se descarta que se hagan nuevas detenciones y que aparezcan más víctimas de la estafa.