A sus 100 años, Carmen Sánchez va cada día a darse un baño a la playa de San Sebastián, en Sitges. Ni su edad, ni su discapacidad visual, han impedido que la trapecista popularmente conocida como "la muñeca del espacio" mantenga su rutina. El baile y el deporte continúan formando parte de su vida diaria.
Desde que nació, hace ya un siglo, Carmen Sánchez quiso ser artista. De joven marchó del pueblo para formar parte de una familia de circo, se casó con uno de los payasos y se convirtió en trapecista. Durante años, Sánchez brilló en el mundo del circo.
Cuando tenía 34 años, tras sufrir un incidente en Portugal, una negligencia médica le hizo perder la vista, pero no perdió las ganas de hacer acrobacias y de ser totalmente autónoma. Por ello, Carmen ha llegado a los 100 años en plena forma física. Su secreto: "no fumar ni beber, hacer ejercicio diario, comer poco y bailar mucho" y hacerlo siempre "con espíritu positivo".
En el día de su centenario, Carmen no ha querido prescindir de su baño diario en la playa de Sitges. Hoy lo ha hecho acompañada por su hija y su nieta, también trapecistas. Allí le esperaban con un gran "100" en globos dorados. Enfundada en un bañador de estampado de leopardo, Sánchez ha hecho gala de su intacta elasticidad ante las cámaras de los medios de comunicación.
La ya centenaria ha asegurado que llega al siglo de vida encontrándose "muy bien" y que vive "con las mismas ganas de siempre". "No me duele nada y estoy muy ágil, así que ni yo misma me creo que cumpla 100 años", ha dicho.
El Casal de Gente Mayor Joan Maragall, el mismo al que Sánchez va a bailar cada tarde, también le ha rendido homenaje este viernes con motivo de la celebración de su centenario. La alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell, le ha hecho entrega de la medalla centenaria otorgada por la Generalitat de Cataluña. En compañía de sus compañeros del casal, y entre baile y baile, Sánchez ha soplado las velas por su cien cumpleaños.