El Gobierno, la Generalitat, el Ayuntamiento, la Fira de Barcelona y Turisme de Barcelona y la GSMA han llegado este miércoles a un acuerdo para que Barcelona sea la sede del Mobile World Congress de forma indefinida. A partir de 2030, la renovación será automática mientras ninguna parte decida lo contrario.
El director general de la Fira de Barcelona, Constantó Serrallonga, ha explicado durante la presentación del acuerdo que se trata de un modelo con "vocación de permanencia". La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau ha remarcado que se trata de una apuesta de futuro con vocación de estabilidad y mantenimiento más allá de 2030.
Por su parte, el presidente de la Fira, Pau Relat ha dicho que no solo se trata de una extensión hasta 2030, sino "una renovación que permite designar Barcelona como sede permanente del MWC", y ha dicho que es algo que empezó a cristalizarse después de la cancelación de 2020.
Ha celebrado la "historia de éxito" del MWC en Barcelona gracias al trabajo conjunto, la complicidad y el compromiso, lo que según él explica el modelo de Fira de Barcelona para actuar como motor de desarrollo económico y social de la capital catalana y su área metropolitana.
La GSMA y las administraciones también han acordado que la aportación de Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona pase de cinco a ocho millones anuales cada una para la organización de evento.
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño ha destacado que el acuerdo es importante para la ciudad y para toda España, así como para el presente y el futuro, y gracias a años de esfuerzo y de colaboración estrecha entre todas las instituciones: "hasta 2030 y más allá".
"Es especialmente importante que el MWC no tiene el respaldo solo de una ciudad, sino de un país", ha añadido, y ha dicho que se sienten orgullosos de tener uno de los eventos más significativos en el ámbito de la tecnología y la digitalización.
Ha señalado que pone a Barcelona, Cataluña y toda España en el mapa global y los convierte en un emblema en un sector de transformación a nivel mundial.
Este acuerdo nace a raíz de la cancelación del evento en 2020 por la pandemia y ahora, con la firma de este contrato se garantiza la continuidad hasta el año 2030 del "evento más importante del mundo desde la perspectiva tecnológica".
Para el conseller Jordi Puigneró, eventos como el MWC "son los Juegos Olímpicos del siglo XXI" porque ayudan a transformar ciudades, el país y la economía con la creación de puestos de trabajo.
El MWC 2020 supuso un impacto económico en la ciudad de 267 millones de euros y acumula 5.400 millones desde 2006, primer año en el que se celebró en Barcelona.
El ceo de GSMA, John Hoffman, ha indicado que este 2022 se crearon 7.100 puestos de trabajo, 400 más de lo previsto, relacionados con el congreso. La cifra acumulada alcanza los 140.000 puestos de trabajo.
Para 2023, las previsiones para el MWC son alcanzar entre 70.000 y 80.000 asistentes, aunque ha señalado que depende del "impacto de la pandemia" en los próximos meses.
El director general de la GSMA, Mats Granryd, ha resaltado la vinculación de la ciudad condal con este evento mundial, y que es imposible pensar una cosa sin la otra, ya que son lo mismo: "Cuesta mucho lograr un evento de esta escala pero en los últimos 16 años hemos tenido una simbiosis con la ciudad, me gustaría agradecer y expresar mi gratitud porque nos ha inspirado".
Ha añadido que es a través de esta fortaleza que pudieron volver en junio de 2021 tras la pandemia, así como en febrero de este año recuperar la normalidad: "Estamos solo calentando motores, por eso es tan emocionante seguir con nuestra asociación con Barcelona más allá o para siempre".