Pau Ribes ha quedado en cuarta posición en el Mundial de Natación de Budapest con su compañera de dúo mixto Emma García en natación sincronizada. A sus 26 años, Ribes es el pionero de la ‘sincro’ masculina en España. Fue el primer hombre en disputar unos mundiales, en 2015 junto a Gemma Mengual, y se convirtió en el primer y único federado hasta hace un par de años. Ahora ya hay unos 40 chavales. También fue el primer hombre en conseguir medalla en unos europeos.
Nacido en Barcelona y residente en Canyamars, se formó en el Club Granollers y entrena ocho horas diarias el Club Natació les Franqueses y en Sant Cugat del Vallès. Lucha para que la ‘sincro’ masculina sea declarada disciplina olímpica.
Pregunta: ¿Cómo ha ido el mundial?
Respuesta: Ha sido mi cuarto mundial y el segundo de Emma. Tanto en el dúo mixto técnico como libre hemos quedado cuartos. Ha sido un mundial muy diferente para todos: con la ausencia de Rusia todos hemos ganado una plaza. Estamos contentos con el trabajo hecho y he disfrutado mucho. Hemos tenido buenas sensaciones, hemos luchado hasta el final, hemos intentado acercarnos al máximo al podio. Además, no sabíamos cómo estaría el dúo de Japón y China porque no les habíamos visto actuar. Hemos hecho nuestra mejor marca personal en el libre.
P: Habéis quedado igual en la prueba final que en los preliminares: en cuarta posición.
R: Las preliminares son muy importantes, son la primera puesta en escena. A partir de aquí, te guías en qué puedes mejorar. La primera vez del técnico salió una de las mejores actuaciones, y en la final cambiamos la última parte de la coreografía para acercarnos lo máximo posible a los rivales. Pero en la última figura, en uno de los movimientos que cambiamos, con el cansancio y las emociones de por medio, cometí un error. Jugamos nuestras cartas y el fallo me sabe mal. He sentido impotencia porque quizá podríamos haber rascado un poco más si no fuera por eso. Aunque si hubiésemos hecho lo mismo que en la preliminar, tampoco estaríamos tan contentos. En conclusión, de todo se aprende.
P: ¿Cómo lo han hecho las tres parejas que han hecho podio? (Italia, Japón y China)
R: Los italianos son la potencia junto a Rusia, ya sabíamos que se nos escaparían, llevan años juntos y son una pareja potente. Y los japoneses y los chinos son muy estrictos, trabajadores, apuestan mucho por la técnica. Aunque también pienso que la puntuación no ha sido muy acertada.
P: Fuiste el primer atleta de ‘sincro’ masculina en España. ¿Cómo ha evolucionado desde que empezaste?
R: De comenzar yo solo con siete años a que ahora haya unos 40 niños federados, significa que estamos haciendo un buen trabajo, pero hay que potenciar y seguir animando a los chicos.
P: ¿Cuándo te empezó a gustar? ¿Qué impacto tuvo en tu infancia?
R: Siempre me ha gustado el agua. A los 2-3 años tuve mi primer contacto con el agua. Era un niño con hiperactividad y nervioso y los estudios me han costado mucho, pero descubrí que el agua era mi medicina, mi tratamiento. Mis padres apostaron por no medicarme. Descubrí la 'sincro' con 7 años, vi un espectáculo con mis padres en las piscinas de Montjuïc, me cautivó y decidí apuntarme y probar. Es mi pasión y es lo que siempre me ha gustado. Cuando empecé a subir de nivel y a competir, me di cuenta de que era de lo que quería vivir.
p: ¿Dónde podremos verte próximamente?
R: En el Europeo de Roma, a mediados de agosto. Con esto cerraremos la temporada. Nuestro objetivo es quedar detrás de los italianos, que han sido los primeros en el Mundial. Nos lo merecemos. Intentaremos acercarnos lo máximo, pero somos conscientes de que estamos a cierta distancia. Me lo tomo tranquilo, ya ha pasado el plato fuerte, que ha sido el Mundial, y ahora toca disfrutar.
P: ¿Qué os dijisteis Emma y tú tras la final?
R: Que tenemos que quitarnos presión de encima. Por mucho que entrenes, la final es un solo día a una hora concreta y lo tienes que hacer justo en ese instante, pero quizá tengas un mal día o te encuentres mal, o lo que sea. Es importante coger perspectiva y disfrutar.
P: ¿Por qué no podemos verte en los JJ.OO.?
R: Por pura burocracia. Hay que cambiar la mentalidad para cambiar el reglamento, y esto implica unos esfuerzos por parte de todos: del COI, pero también a nivel federativo. Es un cambio bastante fuerte y necesitamos que haya mas chicos para que nos acepten a nivel olímpico. Las grandes potencias (Rusia, Japón, China...) tienen más chicos que nosotros. Y hay muchos chicos en todo el mundo, cada vez más. Debemos buscar la manera de potenciarlo y ayudarnos entre todos. Hay grandes proyectos mundiales para hacer una competición solo de dúos mixtos. No se ha podido hacer porque debía celebrarse en Rusia, que era la sede. Esa competición ayudaría mucho a darnos visibilidad.
P: ¿Qué debe cambiar?
R: Se deben cambiar muchas cosas, comenzando por el COI y las diferentes federaciones. Es un sacrificio por parte de todos los países porque para algunos como San Marino o Liechtenstein, que no tienen un gran número de nadadores, se presentan dos o tres chicas. Para que el mixto llegue a ser olímpico, mucha de esta gente debe sacrificar su plaza.
P: ¿Qué ganarían los JJ.OO con hombres en sincronizada?
R: Igualdad. tanto hombres como mujeres, todos tenemos el mismo derecho de poder conseguir un sueño personal. Cualquier deportista de élite tiene el sueño de lograr el hito de llegar a una prueba olímpica.
P: ¿Cuándo pasará?
R: Acabará llegando, se está luchando para conseguir que sea en París 2024, pero nos dicen que es un poco justo. Sí que dejan la puerta abierta a que sea en Los Ángeles 2028, el COI dice que será más probable entonces. Yo creo que será en 2028.
P: ¿El COI debería aprender de la Federación Internacional de Natación (FINA) que decidió incluir dúos mixtos?
R: La FINA los incluyo en 2015, cuando nos dejaron participar a nivel internacional, y fue gracias a la presión mediática y la lucha personal de Bill May, exnadador de EE. UU. y pionero a escala mundial. Es un referente para todos los chicos. Se escuchas natación sincronizada, lo primero que se te pasa por la cabeza es un grupo de chicos sobre el agua, no se piensa en chicos. Debemos enviar el mensaje a los chicos de que esto no tiene por qué ser así.
P: ¿Tú ya habías dejado de competir antes de que la FINA incluyera a hombres?
R: Seguía haciendo 'sincro' de forma amateur, sin competir. Me quedé sin equipo porque mis compañeras dieron el salto a la selección catalana para después hacerlo en la española. Yo no tuve la oportunidad y se me cerraron las puertas. Pero seguí haciendo lo que me gustaba y entonces no pensaba que podría haber llegado hasta dónde he llegado. Y sonó la campana en 2015, hubo un cambio de reglamento, la seleccionadora me llamó, probamos y fue genial.
P: ¿Es difícil abrirse paso en un mundo monopolizado por un género que no es el tuyo?
Todo es difícil en esta vida, sin esfuerzo ni sacrificio no consigues resultados ni superas retos. Debes ser tú mismo y ser trabajador. Tener una actitud positiva, con ganas de aprender y de mejorar. Intentamos igualarnos más con las chicas, tener un buen nivel. En 2015 se vio que las chicas tenían mejor nivel que los hombres, pero ahora la imagen es diferente y el nivel, muy parecido. Así buscamos la fusión del hombre y la mujer, cuyo resultado es más plástico sobre el agua.
P: Lo estamos viendo también en el sentido inverso, con el auge del fútbol femenino y el ejemplo de las jugadoras del Barça llenando hasta la bandera el Camp Nou dos veces...
R: La lucha no es solo nuestra, en sincronizada, sino que es cosa de todos los deportes. Todo el mundo se lo merece. Cuando consigamos no distinguir los deportes por el género, ganaremos en igualdad. He recibido mensajes de niños que se fijan en mí y me alegra mucho ver que chicos que conoces tiran adelante por su sueño.
P: ¿Cómo fue formar dúo con Gemma Mengual?
R: Qué te voy a decir, es un sueño hecho realidad. Es compartir todo un año con tu ídolo, compartir experiencias, aprender de él y además crear un vínculo como el que mantenemos. Ahora se que es como mi segunda madre.