Cataluña quiere regularizar los clubes cannábicos
En España hay alrededor de 800 asociaciones cannábicas, 6 de cada 10 están en Cataluña.
Son clubes sociales sin ánimo de lucro con un pie fuera de la ley. La parte legal permite a los socios, consumir en las instalaciones marihuana y derivados, ya sea con fines lúdicos o terapéuticos. Se limita el cultivo al consumo personal. Aunque, en realidad, lo concerniente al origen de la materia prima, se considera ilegal.
No es infrecuente que algunos clubes incurran en tráfico de drogas. En estimaciones del sector, en 2015 podria haber facturado 10 millones de euros, solo en Cataluña. La mafias de la droga le han echado el ojo. Por eso la vigilancia policial es constante. Hace solo unas semanas la policía nacional desmantelaba dos locales en Madrid y detenía a 7 personas. En ambos clubes se vendían numerosos productos de marihuana y hachís.
Cataluña, que junto a País Vasco, son las comunidades con mayor tradición de sociedades cannábicas, quiere acabar con el descontrol, buscar un marco legal. Y de ahí la propuesta, con iniciativa del propio sector de los clubes cannábicos que está ya en el Parlamento.
La propuesta de ley autoriza solo a las asociaciones a cultivar y producir 150 kg máximo de marihuana seca al año. Los socios deben estar inscritos al menos 15 días antes de iniciar el consumo y solo podrán retirar entre 20 y 60 gramos mensuales, según tengan entre 18 y 21 años o más de 21. No hay límite, si el uso es terapéutico. Se pide incluso gravar a los clubes con un impuesto.
En el sector acogen con buena cara la iniciativa, pero, como explica un empresario, si la forma en la que se regula el sector es demasiado restrictiva, se puede fomentar el consumo de cannábis en el mercado negro.
Navarra legalizó los clubes, pero el tribunal Constitucional lo suspendió, por asumir competencias del Estado. Un final al que también se enfrena la iniciativa que esta tarde vota el Parlamento catalán.