Rocío, madre tras un cáncer de mama: "No imaginaba que se podía querer tanto a un hijo"
Rocío tiene la sonrisa, la carcajada fácil. Se le ilumina la cara de manera casi constante. La vemos mientras empuja un carrito de bebé: su hijo. La tercera generación de Quintín, porque así se llama el pequeño de dos meses, y también su padre y su abuelo. QUintín ha nacido después de que a su madre le diagnosticaran un cáncer de mama hace 7 años. Rocío tenía 37. Hoy, la maternidad le ha llegado con 44.
Su oncólogo en Málaga le aconsejó que preservara sus óvulos, antes de que la quimioterapia pudiera dañar su fertilidad. Rocío acudió a un centro de reproducción asistida de Málaga. Después de someterse a un tratamiento de escimulación, extrajeron los óvulos y los congelaron de manera ultrarrápida, vitrificación, para que permanecieran a -196 º durante el tiempo que fuera necesario. Una tecnica se sobrada experiencia en reproducción asistida.
Pasaron 6 años antes de que Rocío pudiera someterse a una fecundación in vitro, con sus óvulos descongelados y el esperma de su pareja. El embrión que fue transferido siguió adelante. Y tras nueve meses de gestación, nació Quintín tercero."Nunca pensé que se podía querer tanto a un hijo. Yo digo que es un milagro, pero ayudada por la Ciencia". Rocío es todo felicidad. La misma, dice que ve a diario en la cara del padre, de la familia, de cuando han estado a su lado durante los tiempos difíciles de lucha contra el cáncer.
La malagueña dice que cuenta su caso por si puede ayudar a otras mujeres, que se encuentren con un diagnostico de cáncer en edad fértil. para que sepan que es posible preservar el material biológico reproductivo, si desean la maternidad. Y añade "En españa tenemos los medios y médicos maravillosos".
Rocío toma al pequeño Quintín en sus brazos y la sonrisa vuelve a iluminar su rostro. El niño ha llegado al mundo con la felicidad bajo el brazo. Y para asistir, en unas semanas, a la boda de sus padres.