Belén, con esclerosis múltiple, pide un ascensor para salir de casa
Hace 2 años que Belén tuvo que pedir la baja. Era profesora. La esclerosis múltiple que padece avanza y cada vez le cuesta más moverse, andar. Vive con su madre, de 73 años. Su asistente, su ayuda, su compañía. Hasta no hace mucho Belén podía salir de su casa, en un tercer piso y alcanzar la calle. Hasta no hace mucho se bastaba sola, ahora resulta imposible abandonar el piso sin una ayuda extra, porque su madre no puede.
Y eso es lo que hace Belén, contrata un sevicio de asistencia a domicilio solo para salvar los 55 escalones de su casa a la calle. Un servicio que supone 40 euros, ida y vuelta, cada vez que necesita ir a terapia, a dar una vuelta o a cualquier cosa fuera d esu domicilio. Un profesional, con una silla ligera, preparada para el trasnsporte por escaleras, la recoge en la puerta del piso, la sujeta para evitar accidentes, y la baja, peldaño a peldaño, hasta la calle. Hoy por ejemplo, la acerca hasta el coche que conduce su madre.
El edificio donde viven Belén y su madre, en Santiago de Compostela, no tiene ascensor, pero es posible instalar uno en el hueco de la escalera. Ella se ha ocupado de contactar con fabricantes e instaladores. El último presupusto es de 100.000 euros. Una cantidad a la que habría que descontar las subvenciones. Mucho dinero. Tanto que los vecinos han dicho, no. "La mayoría de los pisos, en tres plantas, son de alquiler a estudiantes, es una zona que está cerca del campus. A los vecinos les importa un pimiento mi problema", dice Belén.
Desde 2013 la ley garantiza a las personas con discapacidad que puedan hacer uso de los espacios comunes de los edificios de viviendas, obligando a las comunidades a hacer las obras de adaptación oportunas para ello. lo conoce bien Belén, que ha recurrido a instituciones gallegas para reivindicar su derecho a moverse en el edificio, com ohacen el resto de vecinos. Pero la ley también permite que, si el coste de la instalación que solicita un vecino discapacitado supone un coste desporporcionado para la comunidad, y si ésta no lo asume, solo pagarán el equivalente a 12 cuotas de gastos de comunidad. Y el interesado, si quiere esa instalación, debe asumir su coste. "Es una ley imperfecta. Te ponen el caramelito y ouego te lo quitan"", dice con tristeza Belén.
Hay alternativas que pueden sustituir al ascensor, y más económicas, para habilitar edificios y dar autonomía a sus vecinos. Elevadores verticales, plataformas y sillas salvaescaleras. Soluciones que van desde 4.000 a 10.000 euros. las comunidades de vecinos no deben pasar de largo. La ley pone fecha para que, si un vecino con discapacidad o mayor de 70 años solicita que se habilite una mejora para salir o entrar de su vivienda, se haga. las obras para hacer accesibles las zonas comunes deben estar terminadas antes del 4 del próximo diciembre.