Arqueras frente al cáncer de mama
Silvia empezó a tirar con arco cuando acababa de terminar los ciclos de quimioterapia y al tiempo que empezaba la radioterapia para tratar el cáncer de mama. La elecciónde la disciplina deportiva no fue casualidad. Se apuntó en el Club de tiro con arco de Sabiñánigo, Huesca.
La elección de la actividad deportiva y del lugar para practicarcarla, no fue casualidad. En el hospital Infanta Leonor de Madrid habían estudiado los beneficios que la práctica de tiro con arco podía reportar a las mujeres que sufren un efecto secundario llamado linfedema, tras someterse a cirugía o radioterapia, y se les extirpan glanglios linfaticos de la axila. La tensión del brazo, el lanzamiento de la flecha, produce vibraciones que contribuyen a que no se acumule el líquido linfático que no puede ser absorbido o drenado por los tejidos y que, al acumularse, normalmente en el brazo, produce dolor e, incluso, incapacidad de movimiento.
Cuando el presidente del club de arqueros de Sabiñánigo, en Huesca, supo del trabajo médico, decidió, tras consultar a la asociación española contra el cáncer y a médicos de la ciudad, abrir sesiones de entrenamiento, gratuítas, para las mujeres con cáncer de mama. Silvia cuenta cómo se sientenl os beneficios de la actividad deportiva, en la musculatura de la espalda y el hombro. Y, más importante, cuenta, el bienestar psicológico que supone también el disfrutar de una actividad que comparte con otras mujeres que como ella llegaron al club como una terapia más para luchar frente al cáncer de mama. Cristina y Gema corroboran los efectos positivos y lo bien que lo pasan juntas y con sus entrenadores. Para ellas, Manolo y Javi.
Lo que empezó como una forma de escape a la enfermedad ha creado afición. Las arqueras se han inscrito en el Club de Sabiñánigo. Y a disfrutar de la vida.