Ha cruzado la última puerta que los separaba, lo ha abrazado, lo ha tocado en varias ocasiones, como si el momento fuera soñado, sin poder creerse que ya estaban juntos. Es el abrazo de una madre y de una familia que le ha tocado vivir el infierno de salir de su país, Afganistán, sorteando la suerte de no encontrarse de frente con los talibanes. Por fin, después de un largo recorrido, ya están juntos en Sevilla.
La familia de Sliman Shan Mohammadzai, el joven vecino de Sevilla que trabajó en su país, como intérprete para el Ejército español, y lleva en España desde 2013, se encuentra desde esta noche acogida en un centro de refugiados en la capital andaluza, dónde ha llegado pasadas las diez de la noche.
“Están muy contentos, gracias a todos, al Gobierno, han salvado la vida de mi familia”, ha dicho Sliman visiblemente emocionado tras el encuentro. “Mi padre dice que está soñando, que no cree que estemos aquí”, traducía al ritmo que sus padres les hablaba.
Ellos estaban amenazados de muerte por los talibanes por colaborar con las fuerzas aliadas durante seis años, en su trabajo como traductor y además, su padre es general del Ejército afgano. En total, han llegado 15 miembros de su familia, tras conseguir escapar. Termina aquí, la odisea que iniciaron el pasado 21 de agosto. Traen con ellos el miedo de una travesía en la que les tocó vivir en el aeropuerto de Kabul, el 26 de agosto, el primer atentado, del que salieron ilesos. Tras multitud de gestiones, la familia pudo eludir a los talibanes y llegar a Pakistán el pasado sábado, y este lunes a la Base de Torrejón de Ardoz.
Han aterrizado con la ilusión de recuperar una vida que quedó parada. "Perdieron la esperanza de salir con vida", reconoce Sliman. Ahora, estarán varios días en cuarentena por el protocolo covid y no volverán a encontrarse hasta pasados diez días.
Más tarde, harán gestiones, trabajarán para recuperar sus títulos y tratar de ejercer sus profesiones en España… Aquí crecerán las gemelas que apenas tienen seis meses, los niños que han conocido la realidad más terrible pero que sonríen con inocencia mágica y toda la familia que aún no se cree lo que están viviendo.