Manuel, importador de China: “Traer un contenedor nos cuesta 6 veces más que hace un año"
Los empresarios buscan otras vías de importación en La India o Turquía para evitar el desabastecimiento
Importar un contenedor desde China hace un año rondaba los 2.000 euros, a día de hoy cuesta 18.000
Cogió un avión, se plantó en China y empezó a trabajar. Así arrancó Manuel Tejero, un empresario sevillano, su andadura en el mundo de la importación. Hoy, 30 años después, no solo trae material para sus tiendas, sino que, además, ejerce de distribuidor para otros comercios. Hace poco más de un año, comprar un contenedor desde Asia le costaba unos 2.000 euros y, a día de hoy, casi seis veces más, 18.000.
Hasta que comenzó la subida del precio, en el año 2019, compraban una veintena de contenedores al año. Sin embargo, en este 2021, “hemos traído solo tres”, relata a NIUS Tejero. Para hacerse una idea, un sencillo cálculo: los 2.000 euros que cuesta el porte, entre las 20.000 piezas de juguetes que caben en un contenedor, da como resultado los que se paga por traer cada objeto. Ahora, hay que hacer el cálculo sobre 18.000 euros. “Los precios son un disparate, ya no compensa porque el consumidor no te compra un juguete que antes valía 10 euros por 30”, asegura.
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Los tiempos también han cambiado. Si “comprábamos balones de fútbol, tardaban 55 días”, explica. Ahora, pueden tardar tres meses y nadie “te lo garantiza”. En este sentido, Tejero subraya que, si compran productos para su venta en la campaña de navidades y se retrasan, sería una ruina. Por esto, nadie se arriesga a comprar para la próxima campaña. Saldrán con lo que ya tienen en los almacenes.
El negocio se ha transformado de forma drástica en muy poco tiempo. Por ello, se ven en la necesidad de buscar soluciones en Europa y explorar otros mercados: “Estamos abriendo vías en Turquía o La India”, explica Manuel, para no sufrir desabastecimiento.
No hay una causa determinante y sí varias que han hecho de un contenedor un negocio de lujo. “Cuando comenzó a subir el precio coincidió con el cierre de una naviera y parece que entre los tres o cuatro que hay han hecho su propio monopolio”, explica Manuel. No es lo único. Después llegó la pandemia, el cierre de fábricas, de puertos, la falta de materia prima y la demanda creció exponencialmente.
“Esto ha llegado para quedarse”
La historia de Manuel es parecida a la de Eligio Ruiz Gómez y a la de muchos empresarios que dependen del flujo de las vías marítimas. Hace 21 años compró su primer contenedor: “Así empecé y en 2019 traía 25 al año”, cuenta Ruiz a NIUS, de la importadora el Giraldillo.
“Con estos precios la mercancía ya no compensa y, menos, los productos que tienen volumen”, explica. Freidoras, por ejemplo. Hace un año las vendía por 30 euros, pero ahora se ve obligado a venderlas por 45 euros por lo que le ha costado el porte. “18.000 euros de compra, 16.000 de porte, más aranceles… por menos de 50.000 euros no traes un contenedor de Asia”, dice Eligio, conocedor del mercado.
“Esto ha llegado y parece que para quedarse”, cuenta con poca esperanza. El futuro lo afrontan mirando a otros países para seguir con el negocio en mitad de una demanda difícil de frenar.