El supuesto hijo de Julio Iglesias o Carlos Baute, el del Cordobés o la hija de Samuel Eto´o. Todos tienen algo en común: su abogado. Fernando Osuna, nacido en 1954, desde pequeño sabía que iba a ser abogado como su padre. "Hay más abogados en mi familia", nos cuenta Fernando que terminó la carrera en 1978 y entró en el cuerpo judicial militar en el 80.

Durante un tiempo compatibilizó su función como letrado militar y civil, hasta que en 2003 la parte civil le exigía tanto que tuvo que pedir una excedencia en el cuerpo militar. Si no lo hubiera hecho dos años después habría tenido un problema de tiempo porque en 2005 entró en su despacho un caso con 2000 clientes. "Era un medicamento para la menopausia que causaba daños", recuerda Fernando. Estuvo litigando hasta 2011 y al final consiguió la retirada del medicamento.

Sin embargo, su carrera dio un giro en 2008 cuando decidió ayudar a un paisano de su pueblo, Écija. "Su padre era un agricultor muy rico que no lo reconocía como hijo" explica Fernando. Al final ganó aquel caso y la historia tuvo tanta repercusión que empezaron a entrar multitud de casos de filiación.

Uno de los primeros famosos en acudir a él fue el Cordobés hijo. "Fue un caso ejemplar", dice Fernando". Entre la demanda y la sentencia reconociendo la paternidad pasaron tan solo seis meses. Luego vinieron otros como el supuesto hijo de Camilo Sesto, de Gento, de Carlos Baute... o de Samuel Eto'o, al que un juez acaba de reconocer como padre de Erika.

También lleva la demanda del supuesto hijo de Julio Iglesias, al que una sentencia dio una razón y ahora está a la espera de que se resuelva los recursos interpuestos por los abogados del cantante. En total lleva unos 800 casos de filiación, pero no todos son famosos, ni todos los famosos se conocen. "Tengo casos muy muy relevantes vinculados al mundo de la política, la industria, la empresa o el arte", asegura Fernando, "pero no pueden desvelarse".

A la hora de afrontar un caso de demanda de paternidad, Fernando ya sabe bien cómo actuar. "Lo mejor es contratar un detective para que recoja alguna muestra siempre en un sitio público y luego hacerle una prueba de ADN", explica el abogado. "Si da que sí inmediatamente se presenta la demanda y se pide al juez que llame al presunto padre y se le repita la prueba ahora con todas las garantías":

Eso si hay dinero, porque un detective es caro y no todos pueden permitírselo. La otra opción es buscar pruebas como un relato verosímil, mensajes de móvil o de correo electrónico entre la madre y el presunto padre o que exista un gran parecido. "Evidente parecido", decía el juez en el caso del presunto hijo de Julio Iglesias o en el de la ya reconocida hija de Samuel Eto'o.