La escasez de lluvia y el aumento de las temperaturas adelanta la aparición de las orugas procesionarias

  • Las orugas pueden causar reacciones alérgicas

  • La Policía y otras organizaciones avisan ya de su presencia

  • ¿Cómo actuar ante te las orugas procesionarias?

Los avisos a la población de la presencia de orugas procesionarias se repiten estos días desde distintos puntos de la comunidad andaluza. Recuerdan el peligro de estas orugas para animales y niños. La bajada de los árboles solía ocurrir en meses posteriores, pero la falta de lluvia junto a las altas temperaturas están adelantando este hecho.

Las larvas de la oruga procesionaria se apiñan durante el invierno a los bolsones en los árboles. Normalmente, sobre los meses de abril y mayo, bajaban de las copas de los pinos. Pero esto se está adelantando debido a las suaves temperaturas de los últimos inviernos. Se convierte en habitual durante estos días ver largas hileras de orugas, en su marcha anual para buscar un lugar donde enterrarse y empezar su metamorfosis.

Plaga en Granada

Este año, zonas como la Sierra de Baza, Granada, ya han clasificado la situación como una gran plaga que se esperaba desde el pasado mes de octubre. Se puede recorrer la comunidad viendo cordones de orugas.

Reacciones alérgicas

Las orugas están cubiertas de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, por lo que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos, así como intensas reacciones alérgicas.

Se considera un problema de salud pública porque representa un peligro para niños y animales que se encuentren en zonas donde habitan las orugas. Para los niños, el riesgo de entrar en contacto con las esporas de la oruga puede traducirse en sufrir una urticaria, pero en los perros puede llegar a ser algo mortal en caso de inflamar las vías respiratorias.

¿Qué hacer si te pican a ti?

En caso de contacto, los agentes de Policía recomiendan retirar la oruga si aún se encuentra en el cuerpo utilizando pinzas o guantes, pero nunca con las manos desnudas.

Coloca celo o cinta adhesiva sobre el lugar de la picadura, pégala y quítala repetidamente, de esta forma, retirarás las espinas, pelos y toxinas. Después, lava el área lesionada con agua y jabón neutro y retira la ropa 'contaminada'.

Para reducir la sensación de picor y evitar rascarte continuadamente, se pueden tomar antihistamínicos orales. Un corticoide en crema, dos o tres veces al día, resolverá el problema, aunque antes deberás consultar con tu médico o farmacéutico.

En caso de sufrir una afectación general o tener dificultad respiratoria, no dudes en acudir a Urgencias.