La carta de Félix, con 101 años, a los Reyes Magos: "Que todo siga igual, menos lo del virus"
Una naranja, chocolate o una lata con una cuerda son algunos de los regalos de Reyes que recuerda
Félix Inocente ha escrito su carta en la residencia de Marín García donde se encuentra
Pide que todo siga igual menos "lo del virus" que espera que se arregle
"Queridos Reyes Magos..." y Félix Inocente, de 101 años, se queda pensando unos minutos. Paloma, trabajadora de la residencia Marín García en Cazorla donde está interno, le intenta ayudar. "¿Qué quieres que te traigan?". Y aquí empieza una lista de todo aquello que no necesita: un chaleco nuevo, unos calcetines de lana, otro bastón... "Ya tengo, ya tengo, ya tengo"... repite Félix una y otra vez.
"No está acostumbrado a pedir", dice Paloma. La vida de Félix no ha sido fácil. Ganadero y vigilante forestal, su vida ha estado vinculada a la sierra de su pueblo, Cazorla, en Jaén, donde siempre ha vivido. Entonces a los Reyes Magos no se le pedía nada, traían lo que podían.
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"Una vez me trajeron un tren", dice Félix, que el 20 de enero cumplirá 102 años. Se refiere a una lata con una cuerda para arrastrarla. Un regalo que compartía con todos los hermanos. Otro año una naranja o chocolate. Y a veces le traían caramelos, los mismos que sus padres cambiaban al recovero por huevos.
"Queridos Reyes Magos..." y Félix vuelve a intentar empezar su carta. "¿Zapatillas nuevas?", pregunta Paloma. "Mejor pies nuevos", bromean juntos. No sabe pedir el que no ha pedido nunca y eso le pasa a Félix. Porque cuando él era niño los balones no los traían los Reyes Magos, los hacían ellos mismos y los juguetes soñados eran solo para los privilegiados. "El mundo ha mejorado bastante", dice Félix, y según lo dice cae en la cuenta...
"Queridos Reyes Magos, quiero que sigamos así", por fin escribe, "mi familia con salud, mis bisnietos en el colegio que siga sin faltarles nada". Y si algo tiene que cambiar, "que se arregle lo del virus para poder salir más y sobre todo poder volver a abrazar".