En este 17 de enero en el que se celebra San Antón, el patrón de los animales, nos hacemos eco de la patrulla canina que se podrá ver pronto en los juzgados de Huelva. Unos perros que tratarán de reducir el estrés de víctimas vulnerables que asistan a juicios.

Se trata de un proyecto piloto llamado AUVA que comenzará a probarse por primera vez en la provincia onubense. Con el objetivo de "extenderlo a otras" regiones de Andalucía, tras la "evaluación" inicial, según ha avanzado el consejero José Antonio Nieto.

Está enmarcado en el Plan de Humanización de la Justicia, a través de la consejería competente en esta materia. Nieto ha explicado que los cuatro canes adiestrados ya han estado varios meses atrás "conociendo el entorno" judicial, para que "no se sientan incómodos".

Cami, Canela, Rai y Lina son las integrantes del Servicio de Asistencia a Víctimas en Andalucía (SAVA). Unas perras que acompañarán, "especialmente a niños que hayan sufrido determinados delitos", cuando tengan que ir a un juzgado. Realizarán una labor terapéutica con ellos u otras personas que requieran de ayuda.

La idea es que acudan a un lugar "más amigable", ya que suele verse como "frío, difícil y desconocido" para determinadas personas. Esas que, "por su edad, discapacidad u otras circunstancias, necesitan una atención especial".

"El contacto con estos aliados tan nobles les da apoyo y seguridad" para enfrentarse a las declaraciones ante jueces, fiscales y abogados. Ya ha demostrado ser útil en países como Bélgica, Francia e Italia, donde han desarrollado programas financiados por la Comisión Europea.

Nieto ha apuntado que estar junto a estos canes "mejora el bienestar emocional" de las víctimas. Permitiendo así que den sus testimonios con mayor "coherencia y claridad". Al menos, eso se ha comprobado en los lugares en los que se ha ofrecido el servicio.

Otras zonas de España como Asturias, Galicia o Canarias han tenido experiencias así ya. Por lo que, ahora, Huelva servirá como escenario andaluz de prueba, gracias a la colaboración con la entidad social ATENIN, encargada del cuidado y entrenamiento de los animales.

Inicialmente trabajarán "con menores", aunque el consejero de Justicia cree que "se puede extender a otros colectivos vulnerables como los de violencia de género y delitos sexuales, personas discapacitadas o mayores".

Lola Martínez, directora de AUVA, ha explicado que lo que buscan es "crear un vínculo de apego" mientras las perras acompañan a una víctima por los juzgados. Esperarán en la puerta del Palacio de Justicia y recorrerán el interior juntos.

Luego, el día de la declaración judicial también estarán junto a la persona en todo momento. E incluso "tendrán una sesión de relajación con el animal" al finalizar. "Queremos que tengan menos ansiedad y estén más calmadas, ya que influye en que los testimonios sean más congruentes", ha justificado.

Además, pretenden ayudarles a "eliminar los efectos de la victimización secundaria", ha señalado la terapeuta. Una pastora belga es la "jefa de la patrulla canina", que ha sido formada junto a una pequeña teckel, una pinscher y una yorkshire terrirer. Estas últimas son "las becarias", en proceso de adiestramiento aún.

Justo el encargado de entrenarlas, Manuel Álvarez, ha remarcado que "no todos los perros sirven, ya que deben tener un carácter especial". En el sentido de ser muy simpáticos, de "provocar la atención del usuario, que se acerquen a las personas para que los acaricien y se tranquilicen así".

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