Corren tiempos convulsos para las despedidas de soltero y soltera y cada vez son más los destinos que han tomado medidas contra estas celebraciones, para evitar los descontroles que suelen ir asociados a ellas.
Uno de los primeros en hacerlo fue Sevilla, que amenaza con multas de hasta 1.500 euros si se dan por la calle ciertos espectáculos indecorosos.
Pues precisamente en la capital andaluza existen curiosas y originales alternativas para despedir la soltería. Es el caso de la propuesta de una escuela de baile sevillana: clases de flamenco para el novio o la novia y sus amigos.
Adiós a muñecas hinchables o disfraces sexuales, lo más divertido de esta opción es bailar, taconear y aprender un poco de esta disciplina artística tan arraigada a la cultura sevillana.
Esther Vélez y Estaban Pérez son los artífices de esta iniciativa. Juntos crearon el Estudio Flamenco, donde hace tres años decidieron probar suerte con las despedidas de soltero: "Al principio nos daba miedo, porque esas fiestas tienen muy mala fama y no sabíamos que podríamos encontrarnos", dice Esteban, que enseguida comprobó que el ambiente en sus clases era inmejorable.
Durante una hora y media los participantes practican distintos palos del flamenco y acaban aprendiendo una coreografía sencilla. "Normalmente, al novio o a la novia en cuestión les gusta esta disciplina y los amigos se lo regalan por sorpresa", dice Esther, que sigue rellenando la agenda de enero y febrero con despedidas.
Cada uno de los asistentes puede experimentar la magia del flamenco de manera auténtica, guiados por profesionales apasionados que harán que todos se sientan como verdaderos artistas del baile. Los novios, como protagonistas y los amigos, como cuerpo de baile: "Es una clase divertida, se lo pasan muy bien y así hacen algo diferente", aseguran.
En esta escuela los grupos para las clases pueden ser de entre 6 y 25 personas, y el precio difiere en función del número de asistentes, pero nunca supera los 25 euros por cabeza.
La experiencia está pensada para que los participantes disfruten de la danza flamenca sin necesidad de experiencia previa, solo hay que tener ganas de pasar un buen rato.
Al ser una actividad que fomenta la interacción grupal y el aprendizaje, se aleja de los excesos asociados a otras celebraciones y permite a los participantes disfrutar de una actividad saludable, inclusiva y enriquecedora.
Muchos de los que ya lo han probado vienen de distintos puntos del país, y de esta forma conectan todavía más con la ciudad de Sevilla. Al terminar la clase, los participantes pueden llevarse de recuerdo un pañuelo de lunares, flores o un mantoncillo. Todo para que la experiencia sea lo más flamenca posible.
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