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Julen tiene 8 años y hace poco más de dos meses se fracturó la tibia y el peroné de su pierna izquierda. Desde entonces vive en un reposo continuo que le impide apoyar la pierna ni lo más mínimo en el suelo. Así que desde entonces una silla de ruedas se ha convertido en su fiel compañera.
Hasta este fin de semana, porque se la han robado: "¿Cómo alguien puede ver una silla de ruedas de un niño, porque se ve perfectamente que es de un niño, y llevársela?, ¿hasta dónde puede llegar la maldad de una persona?", dice la madre de Julen visiblemente disgustada.
La preocupación de los padres era que el pequeño no pudiera acudir al colegio o salir simplemente a la calle porque "con las muletas no sabe mantenerse y no puede apoyar nada la pierna", pero afortunadamente un amigo de la familia ha podido cederles una. A finales de mes tendrá que acudir a revisión médica y esperan poder prescindir de ella, pero hasta el momento es vital para esta familia.
Se da la circunstancia de que la silla la tenían alquilada a una ortopedia de Málaga a la que hoy mismo acudirán con la denuncia que han interpuesto ante la Policía Nacional. En ella se puede leer que la silla se encontraba en el interior de la furgoneta camperizada que tenían aparcada en la puerta de su casa. La forzaron, la abrieron y les robaron otros tantos enseres, pero la silla de ruedas de Julen era el que más les ha dolido.
Ahora solo quieren que si alguien ve que en algún punto no oficial de Málaga están intentando vender una silla de ruedas pequeña, que se pongan en contacto con la Policía Nacional. Ellos van a aguantar este tirón con la que le acaban de prestar y en lo único que piensan es en que "se recupere y pueda volver a andar y a correr porque está desesperado".
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