Una investigación iniciada en 2020 relacionada con el tráfico de diamantes de sangre en la década de los años 90 ha dado como resultado la detención de un hombre en Málaga. Así lo ha confirmado la Policía Nacional este sábado.
En un comunicado emitido, concretan que el individuo está presuntamente implicado en el contrabando de dicho mineral. En aquella época, diseñó y coordinó un entramado empresarial en Liberia.
Allí tenía una de las sedes, aparte de otras en diferentes lugares. El objetivo de la trama era facilitar el blanqueo de dinero y la posterior circulación ilegal de los diamantes en Europa. Tras haber sido extraídos de minas ubicadas en Sierra Leona (África).
Los agentes recuerdan que en el citado país las milicias paramilitares esclavizaron a civiles para ese trabajo. Según ellos, el arrestado habría financiado directamente al Frente Revolucionado Unificado (RUF), sustentando así su lucha en la Guerra Civil.
Aquella que se desarrolló entre 1991 y 2002, enfrentando al Gobierno legítimo con los opositores armados. Dejó más de 70.000 personas fallecidas y 2,6 millones de desplazados. El principal método de financiación fue el comercio del mineral.
Para esa venta, primero abrieron cavidades en la región africana occidental y secuestraron a gente local para obligarles a trabajar en ellas. Una sentencia del Tribunal Especial para Sierra Leona lo certificó. También condenó a prisión a algunos de los responsables.
Sobre todo, por cometer delitos de Lesa Humanidad y Crímenes de Guerra. Tras todo lo ocurrido esos años allí, el Consejo de Seguridad de la ONU declaró ilegal el comercio de diamantes obtenidos en estas circunstancias.
Precisamente una víctima civil que habría sido esclavo en una de las minas dirigidas por el FRU presentó una querella. Los policías averiguaron que el varón afincado en Málaga fue empleado de una mercantil que obtuvo beneficios de ese tráfico de diamantes.
Con apoyo de las autoridades judiciales e internacionales policiales, los investigadores descubrieron que supervisó acciones para supuestamente extraer, vender y exportarlos. Aunque procedían de Sierra Leona, eran blanqueados ocultando su origen.
Porque se comercializaban como conseguidos en Liberia (país vecino), de forma legal. Las piedras preciosas se recolectaban en las zonas de Kono y Boedu, vigiladas por niños soldados del FRU. Después se entregaban a una de las filiales de la trama.
Los militares se ocupaban de esta tarea y el propio detenido habría participado directamente en la compra presencial, al reunirse con ellos. Luego, los vendía a una empresa belga, quien los introducía en el mercado europeo.
El arresto reciente del sospechoso se produjo la noche del martes 2 de julio. Los agentes tuvieron conocimiento de que había llegado a territorio español, concretamente de un vuelo que aterrizó en el aeropuerto de Málaga.
Por lo comprobado, viajaba desde Brasil, pues allí residía desde 2007, así que en el caso han colaborado federales brasileños. Su desplazamiento a España se debía a que tiene una amplia finca en el sur peninsular.
Es decir, una residencia donde pasa los veranos. En ella, se montó un operativo de entrada y registro para detener al hombre. Los efectivos incautaron documentación y dispositivos electrónicos que están siendo analizados estos días.
En el día de ayer, fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, cuyo titular decretó su ingreso en prisión provisional.
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