Demasiados robos, siempre motocicletas, habían ocasionado una alarma social incluso entre los profesionales del motor, principalmente del Cross. El epicentro era Lora del Río, en la provincia de Sevilla, donde la Guardia Civil se centró en un vecino de la localidad.
Valiéndose de las redes sociales y las páginas web de compraventas de productos de segunda mano donde se ofertaban motocicletas, esta personas contactaba con las víctimas y concertaba una cita en Lora del Río o en localidades cercanas como Peñaflor, Palma del Río, Carmona, Alcolea del Río entre otros.
Hasta aquí llegaron vendedores de toda España, realizando alguno de ellos cientos de kilómetros de recorrido para finalmente sufrir en el punto acordado la sustracción de su motocicleta, lo que aumentaba la indignación de las víctimas del robo.
En ese momento de encontrarse con los vendedores, el hombre aseguraba tener interés en la compra, pero solicitaba antes de realizar el acuerdo poder probar el vehículo. Era entonces cuando aprovechaba para huir con la motocicleta del lugar.
Tras una ardua investigación del Puesto principal de la Guardia Civil de Lora del Río, el Equipo Territorial de Policía Judicial de Lora del Río y agentes de Cazalla de la Sierra, se localizó al supuesto autor de los robo y se estableció un dispositivo junto con Policía Local de Lora del Río para su detención, no sin antes oponer una fuerte resistencia con la ayuda de familiares que se encontraban en el lugar
A esta persona, además de relacionarlos con el robo o hurto de más de 20 motocicletas, le constaba una orden judicial de búsqueda, detención e ingreso en prisión, dictada por un Juzgado de Sevilla, por lo que una vez puesto a disposición de la Autoridad Judicial competente, la misma se dictó su ingreso en un Centro Penitenciario.
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