La tragedia del fuego no ha venido solo a esta comunidad de vecinos cuyo garaje salió ardiendo la semana pasada. Con las llamas apagadas y aún sin poder regresar a sus casas, los vecinos ya han visto cómo han intentado entrar en alguno de los bloques afectados con la intención de robar dentro de sus viviendas.
"Vieron que había una persona intentando abrir la puerta de un bloque", comentan desde la comunidad. Fue este fin de semana y desde entonces los vecinos se organizaron para vigilar las entradas. Algunos pasaron la noche en sus vehículos; otros, que habían perdido sus coches en el fuego, realizaron patrullas por la zona.
Ahora entre todos están pagando de su bolsillo a una empresa de seguridad privada para que realice las labores de vigilancia, un dispositivo que está alerta las 24 horas del día para que nadie entre en sus viviendas. "Todavía no sabemos quien se hará cargo de eso", explican desde la comunidad, "pero de momento lo estamos pagando nosotros".
De momento, los vecinos llevan ya casi una semana viviendo fuera de sus casas. Muchos de ellos se han tenido que realojar con familiares en sus viviendas. Para quienes no tienen esa opción, Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Sevilla se ha hecho cargo de ellos reubicándolos en distintos zonas de Sevilla.
El delegado de Urbanismo y el Distrito Norte, Juan de la Rosa, ha recordado que “desde el Ayuntamiento estamos poniendo a disposición de los vecinos todos los servicios disponibles, vamos a seguir siendo enlaces por si les hiciera falta comida y aseo. Estamos a plena disposición con todos ellos".
Estos días han empezado a entrar en las viviendas también las compañías de seguros para evaluar los daños. Según el consistorio, de momento hay tres bloques que no son habitables por problemas de saneamiento, de comunicaciones o de luz. A esos problemas ahora hay que añadir el de la seguridad.
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