Tan solo tiene 19 años, pero la vida de Edgar ya es un viaje con origen y destino. Se ha propuesto recorrer España de punta a punta, andando desde Cádiz hasta Cantabria. Aunque va a hacer todo el recorrido a pie, hará paradas para coger un coche... el del examen de conducir.

La idea de Edgar era tener ya el carné, pero al final todo se ha retrasado y ahora el viaje y el examen han coincidido dentro del mismo plan. Pero lejos de ser un problema, el joven ha encontrado la fórmula para combinar sus dos retos y si todo va bien, después de recorrer España andando podrá volverse conduciendo.

De momento el viaje ya ha empezado. Hace dos semanas que Edgar echó a andar en la ciudad de Cádiz. Con él solo lleva una riñonera y una mochila. En la riñonera tiene la cartera y el móvil y en la mochila lleva varias mudas, un par de calzados más, su neceser y un saco de dormir que aún no ha usado.

Lo que sí ha probado ya es la lluvia que durante toda una semana le acompañó por la provincia de Cádiz. Aunque asegura que lo peor no era lo que caía del cielo. "Lo peor es lo que deja luego abajo en el suelo", comenta el joven, "ya no estaba ni lloviendo y el camino estaba fatal".

Cada paso que da forma parte de un diario que comparte con todos a través de su cuenta de Instagram, que en tan solo unos días ha pasado de cero a 20.000 seguidores. "Es cosa del algoritmo", dice Edgar, pero también de su naturalidad a la hora de narrar todo lo que ve y todo lo que le pasa en su viaje.

En su tercer día caminando, por ejemplo, no tuvo problema en confesar que se había equivocado de pueblo. "Fui a Puerto Real y lo había reservado en el Puerto de Santa María", explica Edgar, que tuvo que recorrer 10 kilómetros más para llegar a su destino haciendo en un solo día 43 kilómetros a pie, "fue todo un reto para mi".

Durante el propio camino va buscando donde alojarse. "Estos días de Cádiz a Sevilla es un tramo del Camino de Santiago no regulado o poco regulado, así que lo hago por Booking", comenta Edgar. A partir de Guillena en la provincia de Sevilla ya empieza a haber albergues de peregrino "y por una media de entre 5 y 15 euros tengo alojamiento y desayuno". 

El proyecto de recorrer España andando de punta a punta nació hace dos años. Edgar estaba haciendo el camino de Santiago cuando observó en un cuadro todas las rutas caminos y le llamó la atención una de los más largas que salía desde Cádiz. "Pensé que estaría muy guay hacerlo", cuenta Edgar.

La idea volvió a su cabeza este verano mientras trabajaba en un restaurante de Gerona en temporada alta. "Había dejado la carrera de Comunicación Audiovisual y le dije a mi tía qué pasaría si me iba y me alejaba un poco de todo"... Su tía le dijo que era buena idea y sus amigos le animaron.

Tirando de ahorros, hizo cálculos y dejó una sola cosa clara: el viaje puede durar lo que dure, pero él tiene que estar en Gerona trabajando de nuevo el próximo día uno de julio. Es lo único fijo en un viaje sin más tiempos establecidos. "Depende de mis ánimos", confiesa Edgar, "si un pueblo me gusta estoy más tiempo en él".

En su cabeza hay dos rutas. Si le da tiempo quiere llegar a León "y de ahí me voy en diagonal hasta San Vicente de la Barquera, cruzo de ahí a Gijón por toda la costa y bajo hasta Oviedo para hacer luego toda la cordillera de Oviedo". Si el tiempo le apremia hay un plan B en el que León se suprimiría y viajaría directamente hasta Cantabria.

A lo largo de su viaje va conociendo a todo tipo de personas. Algunos se ofrecen para enseñarle algunas localidades y otras para ayudarle. "Me encuentro gente normal, de la calle que le cuento lo que hago y se impresionan", dice Edgar, que recuerda a un hombre en Utrera que le llevó a su casa "¡y su hijo me seguía en Instagram!". 

También estaba entre sus seguidores el dueño de una pizzería de Alcalá de Guadaíra, que le invitó a comer cuando lo reconoció. Es fácil, porque algunas de sus publicaciones tienen ya más de un millón de visualizaciones y eso que hace dos semanas ni siquiera tenía la cuenta de Instagram.

Anécdotas de un viaje que solo acaba de empezar y que lo hizo con un baño en las aguas de Cádiz. Cuando llegue al norte piensa hacer lo mismo en el Cantábrico. Entre baño y baño habrá recorrido más de mil kilómetros en un viaje de cuatro meses andando por España que terminará pudiendo conducir. 

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