Veinte años del accidente del jornalero Juan Carretero: su familia solo ha recibido 42 euros de una indemnización de un millón

Este 29 de febrero se cumplen 20 años del accidente de tráfico de Juan Carretero, un jornalero de Algodonales, Cádiz, que quedó tetrapléjico después de que unas mulas que habían escapado de una finca se cruzasen en su camino en la carretera sin que pudiese evitar el impacto contra una de ellas en mitad de la noche. Los hechos dejaron a una familia “destrozada” que no deja de recordar al gaditano, ya fallecido, al tiempo en que denuncian su pesar y desamparo.

Todo ocurrió el 29 de febrero de 2004, en la carretera A-362, entre las localidades sevillanas de Utrera y Los Palacios y Villafranca, en torno a las 20:00 horas de aquel día.

En esos momentos, Juan Carretero iba solo al volante y llevaba ya una hora más o menos después de salir de su casa para dirigirse a Rociana del Condado (Huelva), donde trabajaba en la recogida de los frutos rojos.

Como recoge EFE, no tenía que incorporarse al trabajo hasta primera hora de la mañana del lunes, pero en lugar de madrugar demasiado al día siguiente para recorrer los 156 kilómetros que separaban su casa del trabajo, decidió a última hora marcharse el domingo por la tarde para dormir en Rociana y levantarse poco antes de las 8:00 de la mañana para incorporarse al tajo.

Juan Carretero quedó tetrapléjico tras el accidente de tráfico

Con ello en mente y dentro de ese contexto, fue cuando ya había caído la noche cuando en su camino se cruzaron inesperadamente varias mulas que se habían escapado de una finca cercana, deambulando por la carretera en plena oscuridad.

Juan chocó contra una de ellas sin esperarlo y sin poder esquivar el fatal impacto; un accidente de tráfico que le dejó tetrapléjico a los 54 años.

Desde entonces, fue reconocido con una discapacidad del 99%, mientras la familia, “destrozada”, cuenta que vivió un calvario hasta que murió el pasado 17 de julio de 2016.

La batalla judicial tras el accidente: solo han recibido 42 euros de un millón de indemnización

“Desde el accidente estuvo 418 días en el hospital ingresado, entre el Virgen del Rocío de Sevilla y el Puerta del Mar de Cádiz”, cuenta Ana María, hija del ya fallecido, en declaraciones a EFE.

Al tiempo en que intentaba luchar por su vida, su familia estuvo arropándole y paralelamente inició una batalla legal contra los responsables del accidente.

“Fuimos perdiendo hasta que en 2014, 10 años después, el juez falló a favor de mi padre, y condenó a los acusados a pagarle una cantidad de unos 650.000 euros”, explica Ana María.

No obstante, debido a los retrasos e intereses la cantidad de la indemnización ascendió a un millón de euros, que Juan nunca cobró, y, de hecho, nadie ha cobrado.

“A día de hoy que estamos en 2024, lo único que nosotros hemos recibido de indemnización son 42,83 euros, una cantidad vergonzosa”, ha denunciado Ana María, añadiendo que el Estado les pagó 60.000 euros, pero no por esta sentencia, sino por los retrasos a la hora de cobrarla.

Juan Carretero se intentó suicidar dos veces

Durante todo el tiempo posterior al accidente, Juan, de hecho, “se intentó suicidar dos veces”. “Una vez con la cuerda de la grúa y otra cortándose las piernas”. “Él no sentía dolor, pero se quería desangrar”, cuenta Ana María.

“Mi madre llegó a tiempo y lo pudo salvar. Estaba deprimido y no quería vivir como estaba, y mi madre cada vez estaba peor también”, recuerda hoy.

Incidiendo en que no se trata de un tema económico, lamenta que a su padre “le hubiera venido muy bien ese dinero para ayuda, para médicos, para enfermeros”, explicando que su familia, económicamente, “siempre ha sido de clase media-baja”.

Con él ya fallecido, hoy reclama el dinero para su madre, “que es la principal luchadora de toda esta causa, porque ella es la que ha estado cuidando de él, puesto que necesitaba cuidados las 24 horas del día”.

“Con 42 euros no pagan ni un recibo de la luz. Mi madre hoy en día se ve muy apurada para pagar su mínimo gasto con la paga tan pequeña que le ha quedado”, denuncia Ana, que pide que se cumpla lo dispuesto judicialmente.

“Solo pedimos que nos paguen lo que nos corresponde por Ley, nada más”, subraya.

La sentencia tras el accidente apuntaba que las mulas no estaban debidamente guardadas

En esa lucha judicial, la sentencia que establecía la indemnización explicaba que las mulas no estaban debidamente guardadas por sus dueños.

Lo ocurrido aquella noche marcó para siempre a su familia, que “sigue destrozada”. Juan tenía tres hijos, de entonces 23, 23 y 13 años.

Algo como lo que ocurrió, señala Ana, “lo rompe todo”, volviendo a recalcar que “nada” les devolverá a su padre, pero que, al menos, quieren “que se haga justicia”.

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