La urna estaba en el suelo, en una calle cerca de la zona del Hospital de la Inmaculada, en Granada capital. Alguien que paseaba por allí, se sorprendió al verla y decidió llamar a la Policía Local. Hasta el lugar se desplazó una patrulla para comprobar que efectivamente se trataba de una urna funeraria y que además contenía en sus interior las cenizas de un fallecido.
En el coche policial, la urna extraviada viajó hasta el departamento de objetos perdidos. Allí estuvo todo el día y toda la noche, entre llaves, paraguas y móviles, mientras los agentes hacían las gestiones para intentar identificar el nombre que aparecía en la placa de la urna.
Finalmente, la Policía Local de Granada consiguió localizar a un familiar del fallecido, aunque no directo. Esta misma mañana, esa persona se ha presentado en la oficina de objetos perdidos para retirar las cenizas, agradeciendo la labor de los agentes. Mientras tanto se desconoce las causas por las que la urna acabó abandonada en mitad de una concurrida calle de Granada.