El municipio de La Algaba en Sevilla ha implantado una estrategia innovadora en su enfoque del control de velocidad en las vías urbanas. En esta ocasión el consistorio ha optado por instalar radares pedagógicos en lugar de las típicas multas.
En total se han colocado tres de estos radares en tres avenidas de la localidad que avisan al conductor de forma simpática si ha rebasado la velocidad permitida o si por el contrario circula a la debida.
Cuando un coche supera el límite de velocidad establecido, que en este caso es de 30 kilómetros por hora, los radares le muestran al conductor en una pantalla un emoticono que bien puede ser una carita feliz o una carita triste, indicándole si ha respetado o no la velocidad máxima de circulación.
La iniciativa del Ayuntamiento de La Algaba destaca además por su enfoque inclusivo, ya que busca no solo concienciar a los conductores, sino también hacer que los ocupantes más jóvenes del vehículo sean conscientes del cumplimiento de las normas de tráfico, fomentando así una conducción segura y responsable en la comunidad.
Los radares están situados en la avenida Andrés Molina Morales, la calle Concepción Rodríguez de Torres Clavijo y la entrada por el puente Rodríguez Borbolla.
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