El censo arroja los siguientes datos en Morente: 82 casas, 87 vecinos y más de 300 gnomos. Y es que esta pequeña pedanía cordobesa deel municipio de Bujalance guarda entre sus calles un auténtico cuento de Navidad, el de un pueblo que lucha contra la despoblación plantando gnomos.
La idea surgió durante la pandemia. En aquella época, Emma Reyes decidió adornar las calles del pueblo en Navidad para alegrar a sus vecinos en tiempos tan tristes... y todo se pusieron manos a la obra. Así entre adornos y luces, se colaron los primeros gnomos que consiguieron lo impensable: la gente vino a visitarles y se enamoró de sus calles.
Cuatro años después esta iniciativa atrae a miles de personas llegadas de todas partes. Ahora el único bar del pueblo, que antes apenas tenía clientes, ya puede abrir de lunes a lunes.
El encanto es que todos los elementos los hacen los propios vecinos, reciclando todo tipo de materiales. Y lo cuentan orgullosos, ya que han conseguido arrancar un el motor para que Morente no desaparezca del mapa por culpa de la despoblación
Están tan encantados que hacer más de mil gnomos el año que viene. "Sería genial que cada gnomo trajese a una persona a vivir aquí", dice Emma. Habrá que esperar a ver cómo termina este cuento de Navidad.
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