Mientras no dejan de reproducirse las advertencias del cada vez más temprano acceso de los menores a imágenes de contenido adulto, la Fiscalía de Menores de Málaga investiga ahora un caso extremadamente grave por la difusión de un vídeo de pornografía infantil en un chat de unas clases extraescolares en un instituto de la provincia.
Concretamente, las imágenes, compartidas en forma de GIF y de apenas unos segundos de duración, muestran a un bebé llorando mientras sufre una agresión sexual, según fuentes citadas por Diario Sur, que señala que el arranque de la investigación policial sobre el caso se remonta al pasado mes de julio.
Fue una madre de uno de los menores la que descubrió la imagen y no dudó en denunciarla tras recriminar su difusión a quien lo había enviado. Ella misma, con su número de teléfono, estaba incluida en ese chat para clases extraescolares de matemáticas, en representación de su hija, que por su edad aún no tiene móvil.
Tras la publicación del GIF, entre los menores presentes en ese grupo fueron varios los que supuestamente reaccionaron con emoticonos y expresiones de mofa, pero la mujer, escandalizada al ver lo que acababa de suceder, rápidamente apercibió al menor que había compartido esas imágenes, tal como recoge el citado medio andaluz.
Fue entonces cuando, según indican, en lugar de obtener una rectificación y un cambio en su conducta, el menor presuntamente contestó con una grave amenaza dirigida a quien creía que era su compañera, en lugar de la madre de esta, auténtica titular del número incluido en el chat.
Tras recibirlas en forma de audio, la mujer se dirigió inmediatamente a la Comisaría Provincial, donde denunció lo ocurrido dando paso al inicio de la investigación.
De este modo, la Policía Nacional activó a efectivos del Grupo de Menores (GRUME) y de los especialistas de Ciberdelincuencia, lo que, tras la realización de las pesquisas oportunas, pronto llevó a la identificación del menor que había difundido el GIF y proferido las amenazas.
Según las fuentes citadas por Diario SUR, el menor, de 14 años, señaló que reenvió el GIF como una broma y dijo no recordar de quién lo había recibido inicialmente, además de negar también la mayor a la hora de ser preguntado por las amenazas que envío por el chat de extraescolares hacia quien creía que era su compañera. Directamente, dijo que no fue él.
Entre tanto, las autoridades analizan el vídeo que da origen a ese GIF, intentando determinar si las imágenes son reales o parte de un montaje, si bien según las mismas fuentes citadas en ellas lo que se observa ‘claramente’ es una agresión sexual al bebé.
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