Ha vuelto a ocurrir por enésima vez. De nuevo, un altercado de un pescador de La Línea de la Concepción (Cádiz) con las autoridades de Gibraltar, en aguas del Estrecho. Para Jonathan Sánchez, el afectado, no es la primera vez. Asegura que lleva sufriendo este “acoso” desde hace meses por parte del gobierno del Peñón, sin que las autoridades españolas le den solución.
Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del pasado viernes cuando el pescador estaba faenando en la zona. Una lancha de la Royal Gibraltar Police le dio el alto. “Terminé de echar las redes a las 5.30 de la mañana y vinieron con la sirena puesta diciendo que tenían algo que darme”, cuenta a Telecinco el joven que reconoce que se llevó un gran susto. “Me puse nervioso perdido”.
Tras unos minutos de tensión, paró el motor de su embarcación ‘Mi Daniela’ para que la policía gibraltareña se aproximara. “Me dijeron que tenían que entregarme una notificación de juicio. ¿No me la pueden mandar por correo postal? ¿Es necesario darme este susto?”, se pregunta el trabajador que está convencido de que utilizan “estas formas” para achantarlo.
El conflicto se remonta al pasado mes de agosto cuando fue abordado por embarcaciones de la Royal Police, Aduanas y agentes de Medio Ambiente del Peñón, que le denunciaron e imputaron cuatro cargos de pesca ilegal por el empleo de artes no autorizadas, dos cargos por navegación peligrosa, uno por comportamiento amenazante, otro por dañar a especies en peligro de extinción y un cargo por obstrucción a los agentes de Medio Ambiente.
Tras esto, el pescador linense estuvo casi un mes sin faenar en este caladero que ha generado un conflicto por la territorialidad de las aguas: Gibraltar defiende que son suyas y España ha recordado en repetidas ocasiones que son de titularidad española. Jonathan insiste en su derecho a pescar donde lo ha hecho siempre. "Es la zona más cercana y más productiva”, insiste. “¿Por qué tengo que irme a otro sitio si a mí me dicen que estas aguas son españolas?".
Tras volver al mar, vuelven los conflictos. “Hemos adelantado la hora para evitar problemas y echamos las redes de noche. A las 8 de la mañana ya nos estamos yendo de recogida”, explica. Sin embargo, los problemas siguen. “No nos dejan pescar tranquilos”, se lamenta.
Según la citación que le ha sido entregada, el próximo 1 de diciembre tendrá que comparecer frente a la Corte de Gibraltar por los delitos que se le imputan, salvo pena de ser declarado en busca y captura. Hasta entonces, dice, seguirá haciendo su trabajo. “Es mi forma de vida”, defiende.