El "impresionante" enclave andaluz donde ver buitres leonados: el peñón de Zaframagón

Entre Olvera (Cádiz) y Coripe (Sevilla) hay un auténtico paraíso donde contemplar de cerca al buitre leonado. Allí tiene una de las mayores colonias no solo de España, sino de Europa. Nidifica y sobrevuela la sierra gaditana, dejándose ver perfectamente.

Aprovechamos que en este primer sábado de septiembre se celebra el Día Internacional del Buitre para dar a conocer el Peñón de Zaframagón. En este enclave faunístico viven muchos ejemplares de un ave carroñera de gran tamaño.

“Inmensa e inconfundible”, como la definen en SEO/BirdLife, mide más de 2,5 metros y puede llegar a pesar 9 kilos. Además, destaca por su longevidad. Conforme cumple años, va cambiando su plumaje hasta la edad adulta.

Además de poder ver al buitre leonado parado en su nido, impresiona observarlo en pleno vuelo, pues tiene unas “largas y anchas alas en forma de V”. Se puede comprobar en vivo en la Reserva Natural del Peñón de Zaframagón.

Ya sea por cuenta propia, al atravesar el sendero que une la sierra fronteriza gaditana y sevillana, o en el Centro de Interpretación y Observatorio Ornitológico. Aquí disponen de un equipo moderno: una cámara de alta sensibilidad, con rotación 360 grados.

Permite apreciar en tiempo real cómo vuelan los buitres y alimentan a sus crías, a unos escasos 200 metros de donde anidan, en la abrupta falda del peñón. Este dispositivo digital está camuflado entre las rocas.

Sin entrar al centro, por la vía verde: “Mejor llevar prismáticos”

La entrada a dicho centro cuesta solo dos euros para adultos, uno para niños menores de 12 años y también para mayores de 65. Ofrece descuentos para grupos. En su interior, alberga una biblioteca de medio ambiente y paneles informativos sobre la especie.

Sin embargo, no es necesario acceder a este edificio para contemplar buitres leonados. A la mitad de la ruta Vía Verde de la Sierra, puedes detenerte a mirar hacia la montaña donde están. No es grande, pero sí es suficiente para que allí habiten.

Se suelen instalar “en cortados rocosos” y construyen sus nidos en “paredes inaccesibles” para el ser humano, aprovechando cornisas o salientes. También el aislamiento del peñón respecto a otras áreas donde puede vivir o pasar más gente.

Algunos de los senderistas que ya han completado esta ruta han compartido su experiencia: “Mejor llevar prismáticos para verlos bien”, aconseja Luis acerca del avistamiento de buitres en un paraje “espectacular”, como califica Francisco.

El buitre leonado no es una especie amenazada

Para no molestarles, se ven desde lejos, obviamente, pero ello no impide contemplar “bastantes”. David estuvo allí hace dos años. Asegura que fue “impresionante”, por lo que recomienda la visita del entorno.

También Sergio acudió con los “peques” de la familia, recorriendo el sencillo sendero en bicicleta. Admite que es “un lugar magnífico”, mientras que Antonio comenta que se puede disfrutar de “un paseo maravilloso”.

Complementado siempre con la observación “del vuelo del buitre”. En concreto, el leonado no está catalogado como en peligro de extinción ni es una especie amenazada, aunque sí figura en la lista roja de aves de España. 

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