Abrió hace 70 años y en el siglo XX llegó a convertirse en "uno de los internados más importantes del país". Su enfoque tan "disciplinario" o duro, como se dice popularmente, lo hizo famoso en España.
Los profesores del centro ponían el "énfasis en la responsabilidad" para educar a los alumnos menos centrados, en el todavía en pie colegio San José de Campillos (Málaga). Su futuro ahora es incierto.
Porque va a volver a salir a subasta en septiembre, tras no haber conseguido ningún comprador en el periodo de pujas de agosto, que se ha cerrado justo hoy, día 29.
En un comunicado, informó de esta situación la sociedad anónima que gestiona actualmente el internado, formada por los propios trabajadores del mismo.
No podrá seguir haciéndolo porque está en concurso de acreedores voluntario. Así desde junio del 2021, tras haber sufrido las consecuencias de la pandemia, con la pérdida de alumnado.
Por lo que el emblemático e histórico colegio busca un nuevo gestor que garantice "su continuidad educativa y preserve los 32 puestos de empleo durante el curso 2023/2024".
La historia del internado se remonta a principios de los años 50. Fue cuando los hermanos Macías García fundaron el centro con el objetivo de impartir clase a los hijos e hijas de familias adineradas.
Así forjó su trayectoria en la localidad malagueña, aunque tuvo alumnos de todas partes del territorio nacional. De ahí su impacto. En su época de esplendor incluso sumó más de 2.000 matriculados por año.
Entre algunos nombres reconocidos que pasaron por sus aulas destaca el cantante Bertín Osborne, el juez Emilio Calatayud (especializado menores), el escritor Rafael Solís o el periodista Matías Prats.
Otros no famosos han querido compartido ahora su opinión de cómo fue su experiencia en el San José. Por ejemplo, Nacho Sánchez ha admitido en Twitter: "Qué malos ratos pasé yo allí".
J.A. Beltrán también ha recordado en un tuit que "los padres amenazaban con dejarnos allí internos si no te portabas bien...". Otro usuario ha ido más allá al compararlo con la prisión neoyorquina de "Sing-Sing".
Según las reseñas que tiene el centro en Google Maps, podemos leer diferentes opiniones a favor o en contra de afrontar la etapa de educación allí. Algunas son de exalumnos y otras de los progenitores. Unos lo recomiendan, otros no.
Posteriormente a la creación del colegio, la sociedad Promasa lo estuvo gestionando hasta que pasó a manos del grupo de educadores que ahora no pueden continuar adelante con él. ¿Podrá hacerlo algún inversor?