España está viviendo la segunda ola de calor de este verano. Entre el martes y el miércoles se podría llegar hasta los 47 grados en algunos puntos del país. Por eso, no es de extrañar que las búsquedas en internet sobre dónde pasar estos días de calor acompañadas de sus correspondientes noches tropicales -que no permiten conciliar el sueño- se hayan multiplicado.
Lo más lógico es buscar lugares de costa donde refrescarse en el mar. Sin embargo, no siempre los municipios con playa son los más fresquitos. Al menos esto es lo que recomiendan desde la revista de viajes National Geographic, que ha hecho una lista con los pueblos alejados del mar que "son frescos y, además, tienen mucho que ver y disfrutar".
De estas siete localidades, el prestigioso magazine destaca que "suman patrimonio, historia, naturaleza y, además, las altas temperaturas estivales no serán un problema". Entre ellas, un lugar de Cádiz que ya fue declarado como uno de los pueblos más bonitos de España y donde este martes no se superarán los 35 grados de máxima, mientras el resto de España está bajo la espada de Damocles de los 45 grados.
Así, se mencionan a municipios como Ezcaray (La Rioja), Molina de Aragón (Castilla-La Mancha), Cercedilla (Madrid), Aínsa (Huesca), Puebla de Lillo (Castilla y León), Potes (Cantabria) y Grazalema (Cádiz), elegido por ser una "localidad de referencia para muchos itinerarios que recorren las agrestes montañas gaditanas".
Unas montañas que llegan hasta los 1.331 metros de altitud del Puerto de las Palomas, a través de una "ruta sinuosa, considerada de las más bellas de Andalucía" y donde se puede apreciar la conocida como Garganta Verde, el profundo cañón por donde discurre el arroyo Los Ballesteros, cuya agua riega el bosque de pinsapo que cubre esta serranía.
"La villa da nombre a montes y bosques que rodean otros pueblos encalados y que son un compendio de arquitectura popular y tradiciones artesanas", explican desde la publicación, que recuerda que por él discurre la Ruta de los Pueblos Blancos donde, además de la propia Grazalema, "hay que visitar el genuino Zahara de la Sierra, encaramado a una loma entre chumberas y coronado por el torreón de un castillo de origen árabe".