Un solo fotograma, un milisegundo y Mero ya es capaz de identificar la montaña sobre la que cabalga Clint Eastwood en cualquier película del Oeste. A sus 48 años, este cocinero de profesión es un cazador de localizaciones por vocación que ha rastreado cada 'espagueti western' rodado en España para saber exactamente dónde se grabó.
Su afición por el western nació hace años en un pequeño pueblo de Granada llamado Pedro Martínez. Allí su tío era el dueño de un cine en el que Mero veía las películas de un lejano Oeste que le quedaba a tan solo unos kilómetros de casa. Después de Madrid, Almería y algunos pueblos de Granada fueron el escenario de la mayoría de los grandes clásicos del género.
Sin embargo, no fue hasta 2019 cuando empezó a buscar esos escenarios y todo por culpa de 'La muerte tenía un precio'. Había visto la película muchas veces y siempre se hacía la misma pregunta: ¿dónde habían grabado la escena en la que Lee Van Cleef para un tren? Sabía que había sido en la estación de Calahorra, en Granada, pero aquello no era suficiente para Mero, quería saber el lugar exacto.
"Encontré en Internet una foto vieja del lugar y con eso me guié", cuenta a NIUS. Durante horas estuvo recorriendo todos los alrededores de la estación, buscando ángulos y referencias, pero nada cuadraba. Al final, después de mucho andar por los alrededores, siguiendo la antigua vía del tren encontró el sitio a cuatro kilómetros de la estación.
"Te da un subidón encontrarlo", dice Mero, y persiguiendo esa sensación fue buscando cada vez más escenarios con la ayuda de su amigo Francisco Arco. "Hemos localizado casi todos los escenarios de rodaje que ha habido en Granada", dice Mero, que a partir de entonces empezó solo una nueva misión: localizar los de Almería.
"Allí hay localizaciones por toda la provincia", explica a NIUS. Eso lejos de ser una ventaja puede ser todo un problema. "Al principio me costaba más", cuenta Mero, "ahora uso Google Maps y es más fácil". Como buen pistolero, no malgasta balas hasta que no tiene a tiro su objetivo. Hasta que no tiene más o menos localizado el sitio, no se desplaza. "A veces he ido para nada pensando que sabía dónde era y eso da mucha rabia".
Pero además tiene sus trucos. "Para las grabaciones necesitaban mover equipos de rodaje muy pesados", explica Mero, "así que normalmente elegían localizaciones cercanas a caminos o carreteras". De esta forma los vehículos podían llegar casi hasta el mismo lugar de la grabación. Esa máxima le ha ayudado en casi todas sus búsquedas.
Sin embargo, hubo una película de 1967, 'John el Bastardo', que le trajo de cabeza. "Enseguida me di cuenta de que había sido grabada en Granada al ver el cerro del fondo en un plano que dura una milésima de segundo", dice Mero. Sin embargo, tardó muchísimo más en encontrar el lugar exacto.
"Es la escena que más quebraderos de cabeza me trajo", confiesa a NIUS, "se convirtió en una obsesión para mí". Durante mucho tiempo estuvo intentando dar con el lugar, pero el terreno había cambiado demasiado y para llegar a él hacía falta recorrer con el que no daba... pero al final lo consiguió.
Ya ha logrado identificar centenares de localizaciones, pero rastreando entre las más de 160 películas del Oeste que tiene en casa. "Las pongo en una televisión grande y las paso poco a poco, de diez segundos en diez segundos, para ir buscando lugares", nos explica, "algunas ni las he visto porque a mi en realidad lo que me fascina son las localizaciones".
Luego en su página de Facebook, Once Upon A Time, Mero cuelga la fotografía del lugar exacto junto a la del fotograma de la película y así, poco a poco, una legión de seguidores disfruta de cada una de sus publicaciones. Más de 25.000 personas siguen ya al cazador de localizaciones más rápido del Oeste.