Armando Salas es quizá la cara más conocida entre los seguidores de Manuel Carrasco. En su retina guarda cada una de las secuencias de los cerca de 100 conciertos que ha visto, vivido y coreado de y con el artista onubense. Este viernes 30 de junio sigue sumando canciones en vivo junto a sus incondicionales compañeras de cola. Tres noches han hecho bajo el estadio Iberoamericano para ver a su ídolo jugar en casa. Y no sólo lo harán hoy, mañana repiten.
Manuel Carrasco aterriza en su Huelva natal este viernes 30 de junio y el sábado 1 de julio para acercar a sus seguidores onubenses su último trabajo "Corazón y flecha". Y, claro, cuando un artista se sube al escenario de su tierra siempre suele interpretar con mayor emoción su repertorio, por eso debe merecer mucho la pena coger el mejor sitio. Eso han debido de pensar los que desde el martes hacen noche en el estadio Iberoamericano. "Cuando llegamos ya había gente, no hemos sido los primeros", reconocía Armando Salas quien debería estudiar los récords mundiales de hacer cola porque al ritmo que va a lo mejor tiene un Guiness y no lo sabe.
Ataviados con sus tiendas de campañas, sus carpas, sus neveras, algún ventilador a pilas para las horas en las que aprieta el calor y, sobre todo, mucho tarareo de toda la discografía de Manuel Carrasco, así se hace cola de tres días, y de los que hagan falta, por ver a su estrella más preciada. Sin duda, cuando este grupo de fanáticos nos ha enviado el video de su estancia a los pies del estadio solo puede sacarse una conclusión: son unos auténticos profesionales de hacer cola.
Armando es natural de Sevilla pero conoce prácticamente toda España al ritmo de las canciones del artista de Isla Cristina. En la gira actual sólo se va a perder dos conciertos. "Faltaré este año al de Torre la Vega que no pude ir y de momento tampoco voy al de Canarias porque está muy caro todo, pero sí vamos a Mallorca, Tenerife y las demás islas", aclara Salas con cierto tono de pena y justificación, sin embargo este aficionado no tiene nada que demostrar ya que hace poco más de dos meses fue al concierto de Nueva York. "Estuvimos una semana allí, fue increíble", cuenta orgulloso mientras visualiza lo vivido en The Town Hall.
No es la primera vez que Armando cruza el charco para ver a su ídolo. En 2020 estuvo en la gira por México. Pero su esfuerzo no sería el mismo sin el grupo de amigas que ha hecho en estos años de colas y de saltos al ritmo de su música favorita. Vanesa Pérez, "que a ella le gusta que se ponga su apellido", Raquel, Eva, Montse, Miriam, Sara y Alba son sus compañeras en la aventura onubense. Muchas de ellas lo acompañarán por el resto de la geografía española e internacional, pero son otras muchas las que se van sumando durante toda la gira. Sin duda, lo de Armando no es solo música y pasión por el choquero. Lo de Armando es una forma de vida que nadie como él sabe lo mucho que merece la pena cada hora al sol, bajo la lluvia o con el frío de Burgos, "allí casi se suspende de la que nos cayó".