Tienen el local ya preparado, las estanterías están colocadas, los mostradores para la carne, sin usar... y la caja registradora esperando facturar. Lo único que le falta a este negocio es un tendero que lo quiera llevar. El Ayuntamiento de Marchal lleva meses buscando a la persona ideal para que lleve el supermercado municipal.
"Teníamos un supermercado, pero su dueña se jubiló", dice Juanma Valdivia, nuevo alcalde de la localidad. También cuentan con una pequeña tienda 24 horas, "pero tiene pocas cosas y no hay carne ni pescado". Por eso, hace meses el ayuntamiento decidió convertir el gimnasio municipal en un supermercado para el pueblo.
En el consistorio compraron todo nuevo, hasta las cestas para los clientes, que aún están por estrenar. "Quien se quede con el negocio solo tiene que traer la mercancía para vender", explica el alcalde. El ayuntamiento no le cobrará ni el alquiler del local, solo tendrá que hacer frente a los gastos de agua y luz.
"Hay una familia de Londres interesada", cuenta Juanma Valdivia, "son de Cádiz y buscan una oportunidad para volver a Andalucía". También les han llamado de lugares más cercanos como Roquetas de Mar, en Almería, o una familia de Ronda, en Málaga, que esta semana viaja hasta Marchal para conocer el pueblo y ver el local.
La avalancha de correos electrónicos y llamadas parece asegurar que en poco más de un mes el pueblo volverá a tener un supermercado, que además ya tiene nombre, La Candelaria.
Pero esta no es la única oportunidad en el pueblo. El ayuntamiento también ofrece con las mismas condiciones la gestión del único bar que hay en Malchar. Se trata del Hogar de la Tercera Edad, San Bonifacio, que en los últimos ocho años solo ha abierto un mes. "Lo cogió una mujer pero al poco tuvo que dejarlo por problemas personales", dice el alcalde, y de eso hace ya más tres años.
De momento no hay ningún sitio donde tomar un café en este pueblo de Granada. "Quien quiere tomar algo se va al pueblo de al lado, Purullena, a unos 2 kilómetros de distancia". De hecho, los trabajadores del ayuntamiento van allí a la hora que tienen descanso en su jornada laboral.
"Para nosotros esto no son negocios, son servicios públicos", dice el alcalde de Malchar, uno de los seis pueblos de toda la provincia de Granada que no cuenta con bar. Sin embargo, todo esto puede cambiar dentro de un mes, cuando por fin estos dos locales abran sus puertas a un nuevo futuro para los vecinos del pueblo.