Juani, el operario que rescató de la basura en Fuengirola el reloj del hijo fallecido de Luis y Pilar

Era domingo y en Fuengirola Luis caminaba hacia la basura con una bolsa llena de botellas vacías. A partir de aquí todo lo que pudo salir mal salió mal... y todo lo que pudo salir bien, salió excepcional. "Es un milagro", dice Pilar, la mujer de Luis, y no se equivoca. Porque si mil veces ocurriera esta historia, mil veces tendría otro final. 

Pero volvamos a empezar. Luis camina hacia un contenedor soterrado de vidrio y al tirar las botellas su reloj cae al interior... Y con él, cae el recuerdo de su hijo fallecido hace ahora siete años. "El reloj nos lo devolvieron tras su muerte con el resto de sus pertenencias", dice Luis. Desde entonces su padre no se lo ha quitado.

David tenía 24 años. Falleció de muerte súbita a causa de una arritmia el día del cumpleaños de su madre. "La vida se te parte", lamenta Pilar. A partir de aquí empezaron una carrera de 36 horas para intentar recuperar el reloj de David. Primero con el Ayuntamiento de Fuengirola, luego la empresa de limpieza GSA y por último Juani, el operario que obró el milagro.

"Nos dijo que llegaría con el camión a las cinco y veinte de la mañana", explica Pilar, que enseguida puso la alarma. Y allí estaban puntuales esperando a Juani en medio de la madrugada, aunque sin muchas esperanzas. "Venía de recogida desde Málaga con el camión lleno de botellas y ahora tenía que descargar las del contenedor donde estaba el reloj", dice Pilar, "era como encontrar una aguja en un pajar".

Durante casi media hora, con su linterna y unos guantes, Juani se metió dentro del camión y rebuscó entre miles de botellas hasta que la aguja apareció. Había pasado un día y medio en la basura, viendo caer sobre él decenas de vidrios, pero el reloj estaba intacto y en hora.

"Es el milagro de David", así lo llama Pilar... y no se refiere a que el reloj finalmente haya aparecido, sino a que David les haya puesto a Juani en su camino. "Es una persona maravillosa y lo buscó como si fuera algo suyo", dicen los padres de David.

Luis y Pilar intentaron darle una gratificación a Juani. "No la quiero, lo he hecho de corazón", les respondió. Aún así al día siguiente llamaron a su empresa para expresarles su gratitud. “No tenemos suficientes palabras para agradecerle lo que ha hecho por nosotros”.

Hoy el reloj ya luce de nuevo en la muñeca de Luis y ahí seguirá para acompañarle. "Cuando pierdes un hijo tan joven piensas que siempre te acompaña", explica Pilar... y que el reloj haya aparecido demuestra que David sigue estando cerca.

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