Guerra familiar por la herencia de Olivia Valère: su viudo acusa a los hijastros de robarle obras de arte y un coche
Cuando Olivia Valére vivía, todo era paz y armonía entre la familia
El viudo de la empresaria y sus hijastros se acusan mutuamente de robar unas obras de arte
Muere Olivia Valère, la reina de la noche marbellí, en su casa de París
La reina de la noche marbellí Olivia Valère dejó tras su muerte como legado un patrimonio millonario fruto del imperio que creó en la Costa del Sol como empresaria de la noche en Marbella.
Entre su fortuna destacan una mansión por valor de 2 millones de euros en la más exclusiva zona de Marbella, además de varios negocios y una empresa que factura más de cuatro millones de euros anuales, además de otros objetos y coches de lujo. Un gran patrominio que ahora ha desatado una guerra familiar por la herencia.
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La reina de la noche marbellí tuvo dos matrimonios y tres hijos, dos con su primer marido y el tercero con Philippe, viudo de Olivia Valère y único heredero universal. Cuando ella vivía, todo era paz y armonía. Una armonía que ha saltado por los aires y es que ahora todo son problemas entre su viudo, el anterior marido y los hijos de la empresaria.
Robo de obras de arte
Algunos de los objetos por los que se está peleando ahora la familia serían unos valiosos cuadros. Según Philippe, los dos hijos del anterior matrimonio de la empresaria se habrían quedado con estos cuadros y acusa a sus hijastros de ser expoliado por éstos. Éste denuncia que, aprovechando su ausencia, habrían entrado en la casa para robar las obras de arte, además de un coche.
Philippe ha asegurado en ‘Ya es Mediodía’ de Telecinco que no puede comprender esta situación después de 49 años de “feliz convivencia” hasta el momento en el que Olivia murió. “Me sorprendí que cuando volví de París tras arreglar unos papeles de la herencia, me quitan el regalo que fue para mí”, denunciaba en el programa.
Además de las obras de arte, que ya no están colgadas en las paredes de su casa, también les acusa de haberse llevado con una grúa “entre cuatro personas” un coche de lujo que le regaló su difunta. Unos objetos que suman un valor total, según asegura, de dos millones de euros.
La hija de Olivia contraataca
Por otra parte, Karen Valère, es una de las hijas que está dentro del ojo del huracán de esta guerra abierta entre la familia, señala a Philippe de no dejarle entrar en una de las discotecas que eran propiedad de su madre.
“Yo soy la hija de Olivia Valère y no me dejan entrar por culpa de un hombre completamente loco, que es el marido de mi madre, y que ha perdido la cabeza”, denunciaba. Además, Karem ha asegurado indignada que ella “nunca ha robado nada en su vida” y que se siente muy “dolida”, al tiempo que no comprende lo que está pasando.
“Un hombre que parece como mi padre durante no sé cuántos años, ahora hace todas estas cosas”, afirma. Y acusa a Philippe de haber sido él quien ha robado un cuadro que asegura era de su hermano y que éste tenía miedo de que su padrastro le robara todos los cuadros.
Y no solo eso, sino que también dice que Philippe echó de la casa a su padre dos meses después de fallecer Olivia, después de haber estado con ella toda su vida.
Empresaria de éxito del ocio nocturno
Olivia Valère falleció en su casa de París el pasado 9 de junio de 2022 tras un cáncer de estómago a los 75 años. Fue una de las primeras mujeres en abrir un negocio en el mundo de la noche, en un momento en que los hombres dominaban el sector. En 1981 inauguró en París un club que llevaba su nombre, y a partir de ese momento empezó a hacerse un hueco entre los gigantes del ocio.
Poco después, y tras pasar unas vacaciones en Marbella junto a su amiga, la cantante Kimera, decidió abrir un local en la ciudad malagueña para explotar la temporada veraniega que no podía desarrollar en la capital francesa. Su apuesta resultó ser todo un éxito, y por el célebre club han pasado celebridades de todo tipo, tanto patrias como internacionales.
Así, consiguió un gran patrimonio valorado en varios millones de euros y que ahora se ha convertido en un conflicto familiar que parece que irá para largo.