Esta es la historia de una pequeña venta en un pequeño pueblo haciendo cosas muy, muy grandes. La primera, sobrevivir a más de 40 años de historia... la segunda, servir la tostada más grande de toda la provincia de Cádiz, medio metro de rebanada que les ha convertido en el desayuno más generoso al sur de España.
La culpa es del panadero de Algodonales, en Cádiz. Fue Francisco quien hace cinco años les propuso hacer tostadas más grandes. "Dijo que iba a hacerlas enormes para que así nos hiciéramos famosos y la gente viniera más a la venta", explica María, la tercera de los tres hermanos que llevan la Venta Salas.
Dicho y hecho. Los desayunos de la venta son ya más que famosos, incluso fuera de Cádiz. "Los comentarios de la gente son muy buenos y nos felicitan mucho", explica María. De las más de 1.500 reseñas que tiene su negocio, la palabra 'abundante' es la que más se repite, sobre todo cuando mencionan el desayuno.
Sin embargo, no todo son ventajas. "Casi le perdemos dinero", dice María. Solo untarlas de aceite les cuesta medio bote y "los clientes ahora se piden una rebanada para dos". Al precio de 2,80 euros, tostada y café, los dueños han decidido subir veinte céntimos si la rebanada es para compartir.
La venta fue fundada en 1980 por su madre, María Amaya Pulido. Durante cuatro décadas estuvo a punto de cerrar en varias ocasiones. Ahora son sus tres hijos quienes se esfuerzan a diario por sacar adelante el negocio. "Como decía mi madre, no nos podemos rendir", explica María Salas.
Lejos de la carretera general, quien llega aquí no lo hace por casualidad. Hasta ahora lo hacían por su comida, pero ahora lo hacen también para ver probablemente la tostada más grande de Andalucía. Cincuenta centímetros que han hecho crecer un negocio lo suficiente para ponerlo en el mapa.