Detrás de toda gran idea siempre hay un problema y el de Ibrahim era su hermana pequeña. Nació cuando él ya tenía 15 años y empezó a ver cómo los pañales invadían su casa de Córdoba. "Me inspiré en mi hermana pequeña", dice Ibrahim Sahraoui, "mi madre estaba todo el rato pendiente del pañal y se gastaba un dineral en cremas hidratantes cuando no se lo cambiaba a tiempo".
Así nace Pañales Chippa, la idea de un pañal que avisa al móvil cada vez que se moja. "Lleva un chip que mide la humedad y envía un mensaje a una aplicación de nuestro teléfono o nuestro reloj", explica Ibrahim. Ahora mismo el proyecto se encuentra en fase de desarrollo, pero si todo sale bien pronto podría ser una realidad.
Sin embargo, hasta llegar aquí la idea ha ido saltando de trabajo en trabajo durante más de cinco años. La primera vez la propuso para un ejercicio de clase de Lengua Castellana en segundo de ESO. "Había que redactar un invento y pensé en un pañal que avisara cuando se empapaba", dice Ibrahim, "y cuando la profesora lo leyó se quedó impactada".
Aquello le animó, pero tan solo tenía 16 años, así que siguió cambiando los pañales de su hermana como siempre, sin chip y a ojo. Hasta que llegó a Bachillerato y de nuevo le pidieron una idea innovadora, esta vez para una asignatura tecnológica. "Volví a proponer los pañales con chip", dice Ibrahim... y volvieron a decirle que era una buena idea.
Convencido de que aquello tenía futuro, cuando se fue a estudiar a la Universidad de Jaén se asoció con Inmaculada Torres, una compañera de clase en Administración de Empresas. Juntos desarrollaron la idea para el programa INSIDE de emprendimiento universitario. "Nos pedían que identificáramos una necesidad", explica a NIUS, y los pañales de Ibrahim cubrían la necesidad de mantener limpio al bebé y evitar enfermedades.
La idea consiguió el primer premio y más tarde fue seleccionada para la beca Explorer, que también ganó y que ahora les ayudará a diseñar su primer prototipo. En los próximos meses además viajará a Salamanca para hacer una presentación ante varios inversores que pueden lanzar sus pañales al mercado.
Durante estos cinco años y con la aportación de su compañera la idea ha ido creciendo. Pañales Chippa, nombre que recibe de chip y de pañal, ya no está destinado solo a los bebés, sino también a los mayores o personas con discapacidad. "Se puede usar en residencias para que no se pierda tanto tiempo en vigilar el pañal y se cambie directamente cuando sea necesario", explica Inmaculada Torres.
Si recibe una buena inversión, su primer prototipo podría estar listo pronto. "Mi madre dice que ya podrían haber existido cuando ella los necesitaba", bromea Ibrahim, pero aquella idea que surgió de ver cómo su madre cambiaba los pañales a su hermana cada día está más cerca de ser una realidad.