Las horas pasan lentas en la habitación de hospital donde la pequeña Leire, de cuatro años, espera una médula compatible. Las partidas de parchis, los cuentos y los dibujos saben a poco, tras más de un mes ingresada a causa de la aplasia medular grave que padece. Una insuficiencia en la médula, caracterizada por la desaparición total de células madre, y cuyo diagnóstico, repentino, ha golpeado a esta familia de Jerez.
Sin embargo, este martes, un soplo de aire fresco entraba por la ventana de su habitación. Y nunca mejor dicho porque, a través de ella, le llegaban a Leire los gritos de ánimo y los aplausos de sus compañeros de clase. El segundo de Infantil del CEIP Pablo Picasso se reunía al completo en la puerta del hospital. Y a pesar de la lluvia, llenaban de color el día con sus globos y sus dibujos.
Desde arriba, la mirada asombrada de la pequeña y el gesto emocionado de unos padres que, a duras penas, pueden contener las lágrimas. “Ha sido un balón de oxígeno, tras un día muy duro. Sientes que no estás solo y que hay gente ahí fuera arropándote”, reconoce Daniel a NIUS. Una sorpresa que el centro escolar preparaba en secreto. “Solo hemos recibido la llamada de la profesora diciendo que nos asomáramos y ahí estaban”, apunta.
La pequeña Leire se quedó impactada. “No era capaz de decir nada, salvo saludar con la manita”, cuenta su padre al que también la faltan las palabras para agradecer el gesto. “Estaban todos sus amigos, algunos padres, el director, las profesoras,… todos gritando su nombre”, señala. Con tanta fuerza que traspasaba el cristal de la ventana de la segunda planta, donde esta familia está librando la más dura de las batallas.
Ahora, una pancarta luce en la habitación de la pequeña. ‘Colorea vidas. Dona médula. Leire, te queremos mucho”. Un corazón, un dibujo con su cara y dieciséis manos tendidas de dieciséis amigos que la esperan en clase.
Mientras, entre estas cuatro paredes, Leire sigue esperando una médula compatible que la ayude a retomar su vida. Ni la de sus padres ni la de su hermana de 7 años lo son. Tampoco ninguna del Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO). Por eso, hacen un llamamiento a la solidaridad.
De momento, el SOS lanzado en redes sociales sigue dando sus frutos y son miles las personas que se han acercado al Hospital de Jerez o a otros centros de Transfusión de España para donar. Un gesto sencillo que no cuesta nada y que puede ser vital para Leire y otros pacientes que esperan un trasplante de médula.
Mientras la pequeña Leire se mantiene a base de transfusiones pero, como dice su padre, no puede estar así toda la vida. “La única solución es el trasplante. De esta forma, resetearía y podría curarse”, apunta. En unos días será trasladada al Hospital Reina Sofía de Córdoba donde iniciará un tratamiento previo al trasplante de esa posible médula que esta familia tanto necesita. Saben que es “una lotería” pero no pierden la esperanza de que les toque.