Hoy en la prisión de Puerto III, en Cádiz, no se habla de otra cosa. Sobre todo, en el módulo de referencia de un interno que ayer, mientras esperaba acceder al locutorio para ver a su pareja, se convirtió en padre. Al otro lado de los barrotes, su novia se puso de parto en un cuarto de baño de la sala de espera de la cárcel.

Ocurrió por la mañana. Justo antes del encuentro, la mujer empezó a sentir dolores y se fue al baño. De repente los funcionarios empezaron a oír gritos. Enseguida avisaron a algunos de los familiares que habían venido con ella y pidieron que se acercaran servicios sanitarios del centro penitenciario.

Según el sindicato CSIF, la mujer fue asistida por la médica de la cárcel, una enfermera y una auxiliar. Sin embargo, aún estaba de siete meses y el bebé no estaba encajado, venía de espaldas por lo que fue necesaria una pequeña episiotomía. Tras el parto, una ambulancia se llevó a la madre y al bebé a hospital.

Todo ocurrió en el hall de entrada a la cárcel, por lo que que el padre, a pesar de estar a pocos metros, no podía salir a asistir al parto ni a conocer a su hijo ya que los internos están en un módulo interior y no pueden salir. Eso sí, se le trasladó información en todo momento y se supone que ha disfrutado de un permiso extraordinario para acudir hoy al hospital. 

Esta es el primer parto de la prisión de Puerto III y el primero en una cárcel que atiende la médica del centro penitenciario, que precisamente se jubila este verano. Se lleva entre sus últimas historias una casi increíble... La de un bebé que vino a este mundo en la misma puerta de la cárcel donde estaba interno su padre.